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Opinión: Entre ayer y hoy fui a dos hospitales públicos, en uno me fue bien y en el otro fatal

Una recepcionista en ortopedia se portó de acuerdo a la fama que tienen estas trabajadoras

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En tan solo dos días un par de hospitales públicos en nuestro país me hicieron pasar del cielo al infierno con su atención.

Este jueves y viernes me tocó llevar a mi hijo a que lo atendieran porque se cayó y se quebró su bracito. Lo tenían que enyesar.

Él estaba de paseo con su mamá en Puntarenas y el accidente le ocurrió allá.

Lo llevamos al hospital Monseñor Sanabria y la atención fue de aplaudir, desde los guardas hasta los doctores y el personal administrativo. Todo fue rápido y eficaz. Salí agradecido con la atención, deseando que al siguiente día cuando me tocará llevar la referencia para que le quitaran el yeso dentro un mes, como así lo indicaron en el Puerto, fuera similar.

Como suele pasar en el hospital San Vicente de Paúl, no fue así y en menos de una hora que estuve ahí quedé con ganas de no volver nunca.

De referencias médicas me enviaron a Ortopedia, con la advertencia de que si se me ponían en “cosas” les repitiera que la referencia era para un mes, no más ni menos.

Como si supieran lo que me esperaba, me topé a una recepcionista de ojos verdes, de nombre Maritza Isabel. Fue concha, tosca y ni el buenas tardes respondió.

Me pidió la cédula de mi hijo y le dije que no la tenía por tener 9 años, que le podía dar el número. Con mala cara me dijo que me iba a hacer el “favor” porque yo debía de andar algo que hiciera constar que era él.

Luego, sin darme ninguna explicación me dijo que ya, que después me llamaban, cuando le pregunté cuándo me dijo que podía ser en uno o dos meses, cuando la referencia estaba clara de que tenía que ser al mes.

Con su pésima actitud decía que ella no veía dónde decía eso, que llevaba mucho tiempo trabajando ahí y no lo veía. Le pedí de vuelta el papel para enseñarle y no me lo dio.

Ahí me sacó de mis casillas, alcé la voz y le dije que entonces solo porque ella no quería trabajar mi hijo tendría que llevar un yeso por dos meses. Las personas de atrás me apoyaban y más bien me “carboneaban” más, pues, al parecer, la ojiverde ya tiene fama.

Al verme enojado, una de sus compañeras intervino y me dio la razón. Mientras que Maritza se fue a consultar con su jefatura para después llegar calladita a darme la cita. No sin antes decirme que a la próxima lleve la cédula de mi hijo ( otra vez).

En fin, un aplauso para el personal del Puerto y a Maritza, nos vemos en un mes...

Erick Quirós

Periodista de farándula y espectáculos desde 2013. Experiencia en coberturas deportivas. Estudió periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. En 2019, 2020, 2021 y 2022 fue premiado como el periodista de mayor visitación de La Teja. En 2019 (compartida) y 2021 recibió el premio de periodista del año de este mismo medio.

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