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Pasan a Belén la Feria del Tamal y aserriceños se chivean

Organizadores dicen que en el cantón no hay condiciones para hacerla

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Aserrí es tierra de tamales y en Costa Rica lo sabemos. Por eso cada año, desde el 2003, miles de personas visitaban el cantón durante la Feria del Tamal para probar las delicias del pueblo.

Pero la de este año viene con bronca. Por primera vez desde su nacimiento los tamaleros y las tamaleras no exhibirán sus productos en el pueblo sino en el Centro de Eventos Pedregal, en Belén.

Cuando la gente de la Asociación de Productores de Tamales de Aserrí (Asotamal), responsable de la feria, informó del cambio por medio de un afiche publicado en Facebook la olla de la polémica empezó a hervir. Los aserriceños están chivas por dos cosas: que se lleven la tradición para otro lugar y, encima de eso, sigan usando el nombre de Aserrí para jalar gente.

Beltrán Monge Hernández, presidente de Asotamal, confirmó que el evento aserriceño será entre el 23 y el 26 de agosto con entrada gratuita y a cuatro rojitos el parqueo por todo el día. También explicó por qué lo pasaron para Belén.

“Se intentó por todos los medios que se hiciera en el cantón, pero no hay condiciones. Donde lo estuvimos realizando en las dos últimas ediciones nos dijeron que este año no nos iban a ayudar, la municipalidad ya había oficializado un documento en el cual dejaba claro que no prestaría el parque central de Aserrí, en el polideportivo los problemas de parqueo son tremendos… no hay lugar para hacer la feria.

“Para los aserriceños asistir a la feria es muy sencillo, pero la gente que viene de otros lados siempre tuvo que hacer casi dos horas de presa para entrar al centro de Aserrí y cuando lo hacía nunca encontraba parqueo. Además la municipalidad nunca ayudó en casi nada a que la feria creciera y tuviera las condiciones mínimas necesarias, solo se limitaba a cobrar lo que le correspondía, prestar el parque y listo”, afirmó Monge.

El presidente de Asotamal afirma que, como atractivo, a la receta de este año le pondrán ingredientes especiales.

“Habrá artesanos de todo el país, tendremos un programa cultural amplio y alegre, llegarán cimarronas y mascaradas, tendremos música en vivo, desfile de bandas, mariachis, juego de pólvora... No estamos vendiendo la idiosincrasia de Aserrí, estamos llevándole un pedacito de Aserrí a todo el país”, afirma.

El alcalde de Aserrí, Oldemar García, explica que el tema de la feria lo vieron en el consejo municipal y decidieron no permitir que para la actividad en Belén usen la palabra feria (por eso este año le llaman expo). En la municipalidad piensan que se trata de algo propio de vendedores de tamales y que, por lo tanto, pueden hacerla donde deseen.

Pero el alcalde opina que lo que habrá en Belén no es la tradicional feria aserriceña y aclara que desde la muni tampoco están motivando para que en el cantón haya una este año. “Hasta este momento nadie nos ha pedido permiso para hacer la Feria del Tamal. Es un hecho que en el parque central no se puede, de hecho es difícil ubicar un lugar donde se pueda hacer”, afirmó.

Chivas alzan la voz

En las redes sociales ya se siente el enojo por el cambio de sede de una actividad que los aserriceños sienten como propia. “Que lo hagan donde quieran, pero no usen el nombre de Aserrí y feria del tamal; esto es de Aserrí”, reclamó Pablo Ramírez.

Como la feria jalaba tanta gente otros comercios del cantón también se veían beneficiados. Algunos ya ven venir el golpe.

Danney Chacón, de la chicharronera Cacique Acserí, reconoció que el negocio se verá afectado. “Ha sido el evento perfecto para que el turista nacional visite Aserrí, coma tamales y también disfrute todo lo que tenemos en el cantón, como los chicharrones. Cuando está la feria uno siente cómo sube la cantidad de clientes, incluso cuando hacen la Feria del Jocote, que es más lejos, se siente la mejora en las ventas”, dijo.

Algo parecido opinó Alexandra Fallas, propietaria de la veterinaria San Luis, que está por la bomba La Trinidad, en Aserrí. “Un negocio como el de nosotros aprovechó siempre la Feria del Tamal para darnos a conocer, repartir volantes entre tanta gente y mostrar los servicios que tenemos para las mascotas, ahora todo eso se pierde”, explicó.

Carmen Rojas, de Sport Pizza Express, recuerda que en los tiempos de la feria quienes trabajan en los tramos los llaman a cada rato haciendo pedidos. “También notamos un crecimiento de la clientela, pero lo que más crece es el servicio exprés, es un beneficio que ya no tendremos. No entiendo cómo se nos llevaron la feria para otro cantón”, comentó.

Son del pueblo

En Costa Rica hay muchas ferias tradicionales, de esas que saben a pueblo y jalan a miles de visitantes. Por eso algunas personas que las organizan no entienden cómo algo que nació en Aserrí se pasa a Belén como si nada.

Jeffrey Chavez, de la Feria del Pejibaye que se lleva a cabo en Tucurrique desde hace 25 años (y este año será del 7 al 17 de setiembre), ve imposible que esa linda actividad salga del lugar.

“Es inimaginable, desde que la gente va entrando al pueblo hay puesticos de los lugareños vendiendo todo tipo de pejibayes, es un evento de toda una comunidad, que debe oler a pueblo. El pejibaye no sabría igual si la feria se va de la zona, somos sinónimo de pejibaye como lo es Aserrí de su tamal”, dijo.

Doña Adriana Fuentes organizó doce Ferias del Chicharrón en Puriscal (este 2018 será la 13, entre el primero y el segundo fin de semana de diciembre) y se le paró la peluca cuando le informamos que la Feria del Tamal será en Belén.

“Estas ferias deben tener vocación de cantón, son de los pueblos. No hay que verlas como un mero negocio, es un asunto de que toda una comunidad gane. Para muchos en Puriscal la feria es la oportunidad de hacer el aguinaldo.

Por ejemplo, en la Feria del Chicharrón no se vende licor, pero los negocios cercanos sí venden y han confirmado un aumento del 35% en las ventas, así es como se encadenan las ganancias. No está bien que se lleven la feria a Belén, eso no le ayuda al pueblo en nada. En Belén no sabrán igual los tamales de Aserrí”, dijo.

Don Humberto Chinchilla, de la Feria del Jocote –que se hace en La Uruca de Aserrí– y que este año será del 17 al 26 de agosto, no entiende cómo los tamales se fueron para Belén.

“Puede que en algunos pueblos haya incomodidad porque algunos caminos no tienen asfalto o falta un poco de parqueo, pero eso a la gente no le importa tanto, lo que buscan es compartir las tradiciones de un pueblo. La Feria del Jocote es aserriceña y los beneficios económicos se quedan con nuestra gente. Nuestro pueblo la espera cada año para hacer un poquitico más de plata, además, esos días sacamos lo mejor de lo que tenemos para mostrárselo a todo el país… Los jocotes se quedan en Aserrí, de eso no tengan duda”, aseguró.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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