Todos sabemos que el queso es una delicia, pero si le llegan con un ofertón, mejor piénselo dos veces porque por tratar de darse un gustito, podría no solo joder su salud, sino que también le podría costar la vida.
En lo que llevamos del 2018 se han decomisado 1.120 kilos de queso proveniente de Nicaragua sin ningún tipo de permiso de salud, siendo este el que más retienen las autoridades ticas, según el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa).
Según la Organización Mundial Salud, al año en todo el mundo 2,2 millones de personas mueren por enfermedades diarreicas por la transmisión de alimentos que no cuentan con las normas básicas de higiene.
Todo este material confiscado no contaba con los permisos de importación y tampoco era transportado bajo los procedimientos sanitarios que garantizaran seguridad al consumidor.
“Es importante recordar que este tipo de mercancías ponen en riesgo la salud pública y el estatus sanitario del país, por lo que los productores y comerciantes deben de trabajar de conformidad con la normativa sanitaria vigente y el consumidor debe estar vigilante de no adquirir productos de dudosa procedencia”, afirmó Federico Chaverri, director general del Senasa.
Costa Rica comparte con Nicaragua 210 kilómetros de frontera, esto convierte a esta zona de alto riesgo para que se trafican drogas y otras mercaderías.