Muchos pensaban que Minor Murcia, policía de la Municipalidad de Cartago, había puesto un recurso de amparo para pedir los sábados libres para estar de vago.
Pero no era paja, el fiel adventista ganó el recurso y ya tuvo su primer sábado libre, el cual lo pasó todo el día en la humilde y pequeñita iglesia Adventista del Séptimo Día, en Cervantes de Cartago.
La Teja acompañó a Minor en ese primer sábado libre después de la resolución y nos demostró la fidelidad que le tiene a la palabra de Dios.
Primero que todo, él y su familia alistaron desde el viernes la comida del sábado, ya que ese día, como es para Dios, prácticamente no hacen ningún tipo de labor.
El sábado don Minor se levantó a eso de las 7 a. m. junto con su esposa y sus dos hijos, hicieron una oración y entonaron algunos cánticos.
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Minutos después desayunaron y se alistaron para estar puntuales en la iglesia, la cual está como a un kilómetro de su casa.
Minor, de 33 años, y su familia llegaron al templo a eso de las 8:30 a. m., donde estuvieron hasta las 12:30 p. m.
"Ese día la pasamos muy bonito, disfrutamos bastante, fue un servicio muy profundo de la palabra de Dios", comentó Murcia.
El oficial se marchó a mediodía a su casa a almorzar para en la tarde, regresar a la casa de Dios nuevamente.
Aunque se pretendía quedar hasta las 5:30 p. m. don Minor nos contó que, para celebrar, se fue de 4 p. m. a 5:30 p. m. al hospital Max Peralta de Cartago a visitar enfermos, una de las pocas actividades que le permite su religión.
Una vez que terminó la visita se fue para la casa, donde cenó con su familia y posteriormente hizo otra oración con cánticos, antes de dormir, a eso de las 7:30 p. m. hora en la que para ellos, ya finalizó el sábado.
Costó bastante.
Aunque parece cualquier cosa, esa nueva rutina que está teniendo don Minor ahora le costó bastante, ya que tuvo que ganar un recurso de amparo que interpuso ante la Sala IV, porque en la Muni no le querían dar todos los sábados libres.
Aunque muchos pensaban que el hombre lo hacía por vagazo, lo cierto es que más bien don Minor hizo un sacrificio cambiando el horario, ya que antes de la resolución él trabajaba 12 horas durante cuatro días y tenía otros cuatro días libres.
Mientras que ahora trabaja solo 9 horas diarias, pero ahora pasó a tener solo un día libre y es el que le dedica por completo al señor.
Esta decisión le generó muchos buenos comentarios en el brete, de familiares y de los mismos "hermanos" de iglesia.
"Muchos me felicitaron, me dijeron que qué excelente, que era un derecho mío y que qué bueno que lo logré (ganar el recurso de amparo), aunque algunos me dicen que es muy cansado, porque ahora ya no tengo tantos días libres como antes", expresó.
Bretea motivado.
Esa victoria no solo hace sentir muy bien a Murcia, quien asegura que ahora bretea mucho más motivado, si no que también se ganó el respeto de los dirigentes de la iglesia a la que asiste.
"Estamos muy contentos, primero por él, por su situación personal me alegra mucho, porque sé lo que eso involucra para él personalmente, es una satisfacción muy grande lo que siente, porque yo pasé por algo similar", comentó German Salazar, uno de los dirigentes de la iglesia,
De la misma manera opinó don Carlos Cubide, otro de los dirigentes del templo, quien asegura sentirse muy orgulloso de su pupilo, al que en algún momento trató de convencer para que se animara a pedir el sábado libre.
Además, don Carlos dice que por esa valentía que tuvo y por lo estudioso que es de la palabra de Dios, don Minor va por muy buen camino para, en un futuro, convertirse en un dirigente de ahí.
"Claro que tiene pasta para ser un líder, de hecho este sábado dio su testimonio en la iglesia y todos nos alegró bastante su historia", comentó don Carlos.
A Murcia le dieron la decisión por escrito, el miércoles de la semana pasada, y asegura que ni su jefe, ni los empleados de recursos humanos se le pusieron en varas.
"Sinceramente, ahora me siento muy contento, porque los sábados que me tocó trabajar me sentía muy mal, en cambio ahora, cuando entré a trabajar el domingo fui con mucha más energía, como más contento y mucho más motivado, porque Dios sabía que eso era algo que yo quería", concluyó.
Murcia había solicitado los sábados libres en noviembre del año pasado; sin embargo, en la Muni le habían dicho que no.
Por eso, él interpuso un recurso de amparo y la Sala falló a su favor el lunes 23 de marzo.
El caso de Murcia marcó un precedente porque, aunque la Sala ya había fallado a favor de personas de la misma religión, todas ellas habían hecho la solicitud antes de empezar a trabajar en algún lugar, mientras que Minor lo hizo después de estar laborando en la Policía Municipal desde el 2008, algo que, según él, espera que sirva de ejemplo para muchos creyentes más.
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