La mezcla de romero y sal gruesa se ha convertido en una aliada doméstica para mantener espacios más frescos, secos y agradables, además de ser usada tradicionalmente para equilibrar la energía del hogar.
¿Cómo actúa esta combinación en el ambiente?
La sal gruesa destaca por absorber humedad y malos olores, lo que evita que los espacios se sientan pesados. El romero, por su parte, libera un aroma herbal que transmite sensación de limpieza y bienestar. Juntos, forman un purificador natural que muchas personas colocan en zonas de alto tránsito para mejorar la armonía del hogar.
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¿Dónde colocar el frasco?
El frasco suele ubicarse en la entrada, ya que se asocia con protección energética; en el living o comedor, para equilibrar áreas de encuentro; en el baño, para contrarrestar humedad; cerca del placard, para mantener el aire seco; y en la cocina, donde ayuda a atenuar olores intensos.
Preparación e indicaciones
Para armarlo, solo se necesita una base de sal gruesa y algunas ramitas de romero. Puede intercalarse en capas para un diseño más decorativo. Se recomienda dejarlo destapado si se desea perfumar el ambiente. Su duración es de 30 a 45 días, dependiendo de la humedad del lugar; si la sal está muy húmeda o el romero pierde aroma, es momento de reemplazarlo.
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Un aliado también en la cocina
El romero mantiene un rol histórico en la gastronomía. Sus compuestos aromáticos favorecen la digestión tras comidas abundantes, su carácter antioxidante protege las células y su fragancia se asocia con una mejor concentración y claridad mental en el corto plazo.
Nota realizada con ayuda de IA


