Nacional

Porteños agradecen protección a la Negrita

La diócesis de Puntarenas hizo peregrinación en el cuarto día de la novena

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Un grupo de 40 porteños viajaron este miércoles en peregrinación a los pies de la Negrita, en el cuarto día de la novena a la Virgen de los Ángeles, junto con el obispo Óscar Fernández. 

Una de las devotas fue Flory Araya, quien  asegura que la Virgen siempre la ha protegido y  le pide por la salud de ella y de su familia,  pero en especial la del esposo Juan Efraín Jara,  quien es pescador.

“Para mí es un milagro que vayan y regresen bien (al mar). Él es muy devoto de la Virgen de los Ángeles, muchas veces ha venido caminando desde Puntarenas hasta aquí en romería,  pero este año no pudo venir,  porque está trabajando. Muchas veces,  cuando están en altamar los han agarrado los policías antidrogas y los revisan todos y para ellos eso es muy incómodo,  pero siempre han salido con bien,  porque lo único que traen es pescado. Han sobrevivido a muchas tormentas y siempre han regresado con bien, por su gran devoción a la Virgen” contó a La Teja.

Ángela Vega, vecina de Jacó, nos contó que por primera vez hizo la romería  con la diócesis de Puntarenas. En otras tres ocasiones lo hizo con su familia. Como muchos fieles,  su intención era pagarle una promesa a la Virgen.

“Yo padecía de asma y hasta me quería ahogar, iba a muchos lugares y médicos a consultar,  para que me curaran y nada. Le ofrecí una promesa a la Negrita hace unos 19 años y me hizo el milagro de sanarme y nunca más volví a padecer así tan fuerte.Yo le tengo mucha devoción, porque ella es muy milagrosa con muchas personas”, explicó.

Isabel Dosantos fue responsable de organizar a las 40 personas que salieron desde las 6:30 a.m. de la parroquia de La Santa Cruz de Chacarita, Puntarenas. Venía acompañada con Flory Araya y Rosa Araya.

El grupo madrugó (desde las 4 a.m.) para venir a Cartago,  el plan era desayunar unos gallitos (que prepararon entre todas) en los alrededores de las ruinas de Santiago apóstol y después almorzar cerca de la basílica.

El menú del desayuno incluía  pinto, tortillas, torta de huevo y cafecito. Para el almuerzo había tortillas, arroz blanco, pollo achotado y refresco. Definitivamente el hambre sería el menor de sus problemas. Desde que la Diócesis está en Puntarenas siempre se han hecho grupos para venir a visitar a la Virgen y ellas tienen 3 años seguidos de participar.

Rosa Araya, vecina de Esparza,  le tiene mucha fe a la madre de Jesucristo.  “Ella me ha sanado bastante de una enfermedad que yo tengo. Vengo hoy porque como nos queda largo aprovechamos que vienen los buses para Cartago, si por mi fuera vendría todos los días a verla,  pero como no puedo voy a mi comunidad a  hacerlo”.

Monseñor Fernández expresó en declaraciones dadas al Eco Católico,  que la Iglesia rezó por las mujeres y los niños en gestación en el vientre de las madres, así como por el bienestar de las comunidades marino costeras,  y las mujeres pescadoras.

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