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Salen a la luz los audios que originaron la denuncia penal de diputada contra compañero de Restauración Nacional

El periódico La Nación tuvo acceso a los polémicos audios que recibió la diputada Floria Segreda por parte de su colega de bancada

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Los famosos audios que motivaron a la diputada del partido Restauración Nacional Floria Segreda Sagot a denunciar penalmente a su compañero Melvin Núñez llegaron a manos del periódico La Nación y se dieron a conocer este lunes.

La bronca se originó porque Melvin Núñez quería ser nombrado en la Comisión de Nombramientos del Congreso, pero no obtuvo el puesto, por lo que decidió enviarle el audio a Segreda para enjacharla. "Se lo voy a cobrar hasta que usted pague", le advierte en los audios.

Núñez se refirió a la presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo, como "la vieja del PAC". Además, le comentó que él no necesita “gente que venga a querer figurar y levantar su imagen atacando a un ministro de Educación, atacando a los LGTBI”.

Mario Aguilar, jefe de prensa de Restauración Nacional, afirmó la semana pasada que Segreda retiraría su denuncia penal, pero ella confirmó este sábado que no lo haría hasta ver un "arrepentimiento verdadero".

Acá le dejamos la transcripción literal del audio, así juzgue usted si Núñez hizo amenazas.

“Doña Flori, yo no tengo odio, yo a usted no la odio. Tampoco tengo rencor, pero hay cuestiones que tengo que dejarlas bien marcadas, para que no pasen ni una...

No debió haber pasado ni una vez, ni dos ni tres va a pasar. Se lo aseguro, porque me voy a encargar yo de eso.

Cuando uno es tonto y pollo en la política, le quieren ver el pelo y eso sí me molesta, doña.

Una cosa es el enojo, y la Biblia dice: ’no caiga el sol sobre vuestro enojo”, pero cada vez que he hablado con usted, me va a perdonar, pero yo veo que a veces usted trata de decirme a mí que, por yo ser bueno, por tener un corazón bueno, la tengo que perdonar.

Pero hay cuestiones que usted tiene que entender que, de donde vengo yo, decirles a los demás: ‘usted es inteligente, para qué se va a pelear’. Significa: ‘usted es el tonto, que yo agarré de patito y me sigo burlando de usted’.

Y hay cuestiones que yo no voy a negociar nunca, yo voy a marcar mi cancha bien.

Porque, doña Flori, yo respeto su trabajo, yo veo que usted es una persona interesante, que yo puedo aprender mucho, pero no al precio de ‘agarre mi voto’ y ‘haga esto porque yo lo digo’, ni ‘bueno, diay, viene empezando, le doy esta paleta y cómase... y chúpese el dedo’. Tampoco así.

Entonces, tal vez, mi frustración fue que estaba con mucho estrés, con muchas cosas, porque yo estoy trabajando muy fuerte, doña Flori, y necesito aliados.

Yo no necesito gente que venga a querer figurar y levantar su imagen atacando a un ministro de Educación, atacando a los LGTBI’s (sic). Yo sé cómo hacerlo y dígame usted si no he peleado bien por mi provincia. Regáñeme el día que usted vea que sencillamente no me importan las cosas municipales, las cosas del barrio, las cosas de la provincia y las necesidades de ellos.

Le doy permiso que usted lo haga, que me regañe. Pero a mí, cuando yo veo esta gente que le gusta el populerismo (sic) y que sencillamente no hacen nada por la provincia son gente muerta en frutos.

A mí eso sí me molesta y más que tenga gente que lo apoye en esa línea, que lo único que busca es figurar, más nada. ¿Qué le aportan a la provincia los problemas LGBTI? Nada. Nada, absolutamente nada.

Y si tengo que hablar a favor de mi iglesia y a favor de los cristianos, yo lo voy a hacer y lo he hecho con vehemencia. Lo siento en mis entrañas.

Por eso, doña Flori, también, quiero que usted me disculpe si usted me malentendió. Yo sé qué es estar en el tribunal de Dios. Mi corazón no está para romper el suyo. Está para apoyarla, pero las agarradas de monas, viera cómo me cuesta a mí entender que haya gente que Dios la llamó para ayudarme, para servirme, para ser mi instructora, y después se valga de mí para crecer.

No, tampoco así. Y se lo digo de esta manera, doña Luz, eh, digo, doña Flori. Si usted me hubiera pedido a mí la comisión, con tranquilidad: ‘vea, Melvin, a mí me asignaron, yo no lo pedí’, y usted hubiera hablado conmigo, vea, yo ni hago alboroto, porque yo no, qué sé yo de nombramientos.

Pero después usted dejó ver un monstruo, que yo veo hace rato en Jonathan (Prendas) y en Ivonne (Acuña, ambos diputados del PRN), veo en otra gente que sí sabe de política y a mí me asusta, doña Flori. Yo no quisiera saber que usted es igual. Perdóneme que se lo tiré en público, yo tenía que haber hablado de esto en privado con usted.

Yo dije, doña Flori, yo siempre digo la verdad en frente de la cara de la persona, nunca hablo por detrás. Doña Flori, esto no ha terminado, en algún momento usted y yo nos sentamos a hablar, porque yo necesito hablar y comprender por qué usted actuó así.

Peor, que le hiciera caso a la vieja esta del PAC, eso me dolió todavía más, que usted dejara que ella jugara con nosotros, quitándome a mí y poniéndola a usted, y que no le diéramos una lección de: ‘no, no, este, yo no lo acepto, esto es de Melvin y Melvin decidirá quién va’.

Y yo, si usted me hubiera dicho: ‘vea, yo tengo más experiencia, yo sé más que usted, yo sé que usted es muy ignorante en esto, pero yo no, Melvin, esto hay que cuidarse de esto y esto’, si usted me hubiera dicho, yo, doña Flori, le digo: ‘doña Flori, usted tiene razón, perdón, tome aquí, esta comisión es suya, yo no se la voy a quitar’.

Es más, no he aceptado una sola más, porque le pedí a Dios que me diera la fuerza de no aceptar ninguna más hasta que esto no se resuelva de otra manera, con diálogo, pero no comerme la cara, doña Flori.

Y eso fue lo que más me dolió, doña Flori, que usted me trataba de convencer a mí que no era su culpa, cuando usted tenía la solución en la mano, y darle gusto a mis enemigos de que se rieran de mí, en la cara.

Carolina (Hidalgo, presidenta del Directorio legislativo) se rió de mí, cuando le dije que usted no quería cambiar conmigo. Ella logró lo que quería y usted la ayudó. Eso fue una cosa que dolió muy a lo hondo y por eso Carolina sabe que se tiene que cuidar porque yo no dejo las cosas para después, yo no soy así.

Yo soy una persona real que cuando le dijo a usted que a mí me molesta algo, me molesta y no lo cambio, no lo cambio ni por política no lo cambio ni por... Sencillamente por un concepto que se llama entendimiento y, si no me enseñan, yo voy a buscar por otro lado que me enseñen.

Yo eso lo he hablado con don Carlos (Avendaño, jefe de fracción del PRN) una y otra vez. Yo respeto el liderazgo de don Carlos, y usted lo sabe. Respeto su liderazgo, pero eso no quiere decir de que me estén dando... el dedito a chupar, eso duele, doña Flori Segreda Sagot.

Yo la amo a usted, usted es una señora, es una señora que yo le merezco respeto y me duele decirle las cosas así, pero es que a veces usted me ha andado basureando con mis compañeros: ‘es que él está como bravo conmigo, pero yo lo perdono’. Usted me basurea y me basurea delante de todos mis compañeros y yo me he quedado callado.

Ayer le tocó a usted pagar ese precio para que no lo vuelva a hacer. Pero no es por odio. Vuelvo y repito. Yo soy una persona que marco cancha y no me gusta que se metan a mi terreno.

Si me piden permiso, bien. Pero menos que me estén calificando como al resto, como al montón. Estoy esforzándome tanto por hacer un trabajo que no conozco, doña Flori. Y usted lo sabe bien.

Le pido perdón. Yo no soy así. Pero a veces las circunstancias me hacen ser así porque sencillamente dictamina algo en mi corazón de, bueno, esto es una cuenta por cobrar. Nada más.

Yo sé qué es cobrar judicialmente a alguien. Y no tiene nada. Y después de que cobré, logré lo que quería, tome, aquí está, se lo devuelvo, yo sé que usted tiene necesidad.

Eso duele mucho, pero la parte legal usted sabe que esto tiene nombres y apellidos. Y hay cuestiones que no se pueden dejar para después.

De igual manera, creo que estamos uno a uno. Doña Flori, estamos empatados. Usted ya me hizo, yo le hice. Espero que el asunto muera ahí y que podamos hablar con tranquilidad después. Oye.”

“Si usted hubiera querido subsanar la comisión que a mí me tocó por derecho, usted lo hubiera hecho, pero a usted no le dio la gana darme la comisión de vuelta.

Simplemente se refugió en que eso fue lo que la presidenta, es decir, la señora del PAC manda sobre usted, doña Flori.

No me venga a mí comiendo cuento en eso. Y se lo dije, se lo voy a cobrar hasta que usted pague. Porque a mí no me va a enredar usted, diciéndome que esa Comisión de Nombramientos usted la buscó.

Como se lo dije a Carolina, usted hubiera quitado a don Carlos Avendaño (también miembro del foro sobre nombramientos).

¿Por qué no lo quitó, por qué me quitó a mí y puso a Flori? Porque usted se prestó para todo el juego que está pasando ahorita. Así que no se me haga la inocente.”

Redacción

Redacción LT

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