Los usuarios de Uber están chivas pues vieron que desde el 1 de diciembre las tarifas han aumentado un montón en algunos momentos del día y no mil ni dos mil colones, sino hasta cinco rojitos.
Por ejemplo, Ileana Vargas, vecina de Guadalupe, nos contó que este domingo solicitó un servicio a las 5:45 de la tarde para que la llevaran de Tibás hasta su casa.
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Ella nos contó que antes de diciembre pagaba aproximadamente ¢2.500, sin embargo, este domingo cuando solicitó el servicio la plataforma le estaba cobrando ¢5.364. Lo que hizo fue suspender el viaje y esperar para que el monto bajara.
Dos minutos después volvió a pedir un vehículo, sin embargo, la tarifa había subido casi mil colones y estaba en ¢6.268. A las 5:51 p.m. hizo el tercer intento y lejos de bajar más bien estaba en ¢6.462.
Vargas relató que en un cuarto intento, por ahí de las 6:10 de la tarde, el pasaje quedó en ¢3.400, que siempre le pareció caro, pero decidió tomarlo.
Exactamente lo mismo le pasó a Enrique Vargas, quien antes de las 10 de la noche solicitó un carro a Uber y cuando vio que estaba en ¢3.100 (contra los ¢2.300 que paga regularmente) decidió esperar, pero la tarifa jamás bajó, más bien comenzó a subir y llegó hasta los ¢5.700, que fue cuando decidió llamar un taxi que al final le cobró ¢3.000.
Un chofer de Uber explicó a La Teja que él no se dedica a trabajar con la plataforma a tiempo completo, pero que el viernes 30 de noviembre, cuando se conectó, vio que las tarifas estaban “superdinámicas” (según sus palabras) y decidió trabajar. Le fue tan bien que siguió manejando hasta la madrugada del sábado.
Conversamos con los encargados de empresa en Costa Rica, pero nos dijeron que debíamos enviar un correo electrónico con las dudas y testimonios de las personas para referirse al caso.