Jimena Garita de tercer grado y Esteban Montero de segundo mandaron una petición directa al cielo para que Diosito acompañe a niños que están quemados en algún hospital y puedan recuperarse lo más pronto posible.
Los dos pequeños fueron parte de una campaña de la Caja que se llama Yo me apunto y protejo a los niños de una quemadura, la cual inició este lunes y con la que la Caja pretende bajar la incidencia por esta causa.
Jimena le dijo a todos los chiquitos que estén hospitalizados por una quemadura lo siguiente: “Dios lo va a ayudar a que esa quemadura desaparezca y debe tener un poquito más de cuidadito. Es que los chiquitos, cuando uno se quema duele y la quemadura duele de por vida”, dijo.
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Mientras tanto, Esteban Montero, de segundo grado de la María Auxiliadora, dijo que un compañerito se quemó el brazo en la cocina.
“Espero que se curen pronto y que Diosito lo ayude porque a esos niñitos les está doliendo”, dijo.
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Olga Arguedas, directora del Hospial Nacional de Niños, explicó que este año la Caja promueve la campaña para unir recursos entre ese centro médico, el San Juan de Dios y el Monseñor Sanabria de Puntarenas, que son los que reciben la mayor proporción de niños quemados.
“El llamado de atención es porque una quemadura no es un accidente, es falta de prevención. En el dos mil dieciocho, trescientos seis niños fueron hospitalizados por esta causa”, explicó.
Dijo Arguedas que la forma más común de quemarse es con líquidos calientes, tanto en niños como en adultos.
“La segunda más frecuente en niños son quemaduras por contacto, con una plancha de pelo por ejemplo y en los adultos son muy comunes las que se producen con muflas de motocicletas”, dijo.