El diputado Wálter Muñoz hizo que el ministro de Salud, Daniel Salas, perdiera la dulzura del carácter en media comparecencia y lo mandara a callar, eso sí, con mucho estilo.

El ministro sintió que el legislador se estaba pasando de la raya y por eso le alzó la voz y lo señaló mientras le dijo que le estaba faltando al respeto porque no lo dejó contestar lo que le preguntó.

Muñoz no dio el brazo a torcer y siempre siguió hablando, atropellando las palabras de Salas, quien cuando vio que el diputado estaba sentado en la galleta decidió no seguirle el juego y esperó hasta que se callara para contestar.

El jerarca de Salud llegó este lunes en la mañana a contestar las preguntas sobre la vacunación contra el covid que tenían los diputados, luego de que el miércoles pasado lo dejaron plantado.

En la mañana todo transcurrió con normalidad. Primero Salas hizo una presentación general en la que hizo un resumen del proceso de vacunación y cómo han negociado las dosis y luego empezó el proceso de preguntas de los legisladores.

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Se calentó el asunto

Los primeros diputados fueron respetuosos cuando el ministro daba sus explicaciones, pero poco antes de la 1 de la tarde, ya cuando más de uno estaba cansado y con hambre, le tocó el turno al legislador Wálter Muñoz, del Partido Integración Nacional (PIN).

Él llegó con los tacos de frente, ya que la idea de que el ministro fuera convocado para ir a comparecer fue suya.

Al empezar Muñoz dijo que la interpelación no era nada personal, sino que era parte del control político al que está llamado.

“Ustedes firmaron el contrato con Pfizer mucho antes de que fuera aprobado por la OMS... Usted ha dicho que la vacuna Sputnik (fabricada en Rusia) no podía ser porque no estaba aprobada por la OMS, pero ustedes decidieron contratar la de Pfizer antes de que fuera aprobada por la OMS.

“La vacuna Sinopharm (china) fue aprobada el 7 de mayo del 2021 y ¿qué trámites tan rápidos hicieron ustedes para que esa vacuna de origen chino no pudiera estar acá? ¡Que me contesten!”, dijo el legislador.

Ya para ese momento Muñoz estaba usando un tono de voz bastante alzado y luego de decir una lista de países que sí habían comprado vacunas como la rusa o la china, se mandó fuerte.

“Primera pregunta: ¿Realmente ustedes han hecho todo el esfuerzo para que Costa Rica hoy tuviera más vacunas y pudiéramos haber vacunado más porcentaje de la población?”

El ministro empezó su respuesta de forma pacífica y cortés, pero cuando Muñoz le atravesó el caballo, se le subió el Salas.

“Sí, señor, claro que se asumieron riesgos y yo lo indiqué, se tomaron como candidatas las que tenían un perfil más cercano a ser aprobadas por una agencia estricta y a estas alturas Sputnik no ha sido aprobada ni por la OMS ni por una agencia estricta, diferente a los que pasó con Sinopharm que fue aprobada muy recientemente, por cierto, el mes anterior”, dijo el ministro.

En ese momento Muñoz lo interrumpió para decirle al ministro que cuando Costa Rica firmó la compra de vacunas de Pfizer aún no había sido aprobada y Salas le respondió que era cierto, pero que tenía un perfil para ser aprobada pronto, pero el diputado siguió hablando cuando era Salas quien tenía la palabra y entonces el ministro se enchaquetó.

“Respete que estoy hablando yo”, le dijo Salas en seco.

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El legislador quiso justificarse diciendo que estaban en un espacio para discutir esos temas, pero Salas estaba bien molesto y le dijo: “Estoy en un espacio mío de replicar, ¡por favor, respéteme!

En ese momento la presidenta de la Asamblea Legislativa, Silvia Hernández, vio que la cosa se estaba poniendo fea y dijo el nombre del diputado Muñoz dos veces tratando de hacerlo entrar en razón y como no se callaba y seguía defendiendo su punto de que aprobaron la vacuna de Pfizer sin estar aprobada y de que podía hablar porque estaba en una interpelación, Salas le siguió exigiendo que lo dejara hablar.

“Sí, pero yo estoy con el espacio de responderle”, expresó Salas con tono fuerte y molesto.

Después de una pequeña pausa Muñoz le dijo: “Señor ministro, con todo respeto...

Pero esa vez fue Salas quien lo interrumpió y le dijo muy claro: “¡No me está respetando!, ¡no me está respetando!”

Muñoz replicó: “Usted debe contestar lo que yo le pregunto”.

Salas contestó enérgico: “Sí, señor, y en eso estoy y me interrumpe”.

Muñoz seguía: “Bueno le estoy diciendo que ustedes adquirieron la vacuna (Pfizer) antes de que la aprobación de la OMS, sigamos adelante...

Mientras tanto Salas le decía: “Le estoy respondiendo, pero usted no me deja” y de verdad no lo dejó porque nunca se calló.

Salas entendió que no tenía sentido seguir con aquella discusión y se quedó callado. Luego de forma educada siguió contestando las preguntas de Muñoz.

Por dicha después del pleito dieron el tiempo del almuerzo y ahí se le terminó de bajar la cólera al ministro porque a las 2 p. m. siguió contestando las preguntas de los diputados que en su mayoría fueron repetitivas y muchas de ellas ya habían sido aclaradas hasta en las famosas conferencias de prensa sobre el covid-19.

Varios consultaron sobre el por qué no suspendieron las clases antes, otros preguntaron por qué sí vacunaron a los alcaldes y no a los diputados y también por qué cierran locales y ponen restricciones vehiculares, y Salas, al estilo de la niña Pochita, respondió las preguntas aunque algunas estaban superrepetidas.