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(Video) Pulseador de Cartago se armó carrito como el de Pedro Picapiedra

Es sordo y sale a recoger chatarra para mantenerse

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En media era tecnológica en la que ya hasta inventaron carros voladores al mejor estilo de la fábula de los Supersónicos, Marcos Fernández, un vecino de Cartago, anda con su carrito haciéndole el pique a Pedro Picapiedra.

Él, al igual que el simpático personaje de la caricatura, sale en su carro a trabajar, solo que en vez de dirigirse a la cantera del señor Rajuela, recorre grandes distancias en Cartago.

Este brumoso de 38 años es sordo, pero eso no lo arruga, es un pulseador de los bravos y anda por San Isidro de El Tejar de El Guarco, Guadalupe, Agua Caliente, San Rafael de Oreamuno y por los barrios cercanos del centro de la Vieja Metrópoli en busca de chatarra, que es con lo que se gana la platica para mantener a su esposa y sus dos hijas.

Con el impulso de sus piernas, como lo hacía Pedro, Marcos mueve su carrito, al que poco a poco ha ido chaneando y ya hasta le polarizó los vidrios laterales para evitar que lo encandile el sol.

“Impulso el carretillo a pura fuerza, no importa si hay cuestas o bajadas, la presión la ejerzo con los pies para frenarlo o jalarlo y cuando viene cargado es bastante pesado”, nos comentó.

También le puso un limpiaparabrisas para cuando el tiempo está lluvioso y lo mueve a pura mano desde adentro.

Doña Ericka Cordero, su esposa, al igual que Vilma Picapiedra es ama de casa y está al cuido de sus hijas Sofía y Lucía, de ocho y siete años respectivamente. La menor de ellas es sorda de nacimiento al igual que sus padres.

Muy ingenioso

Este chuzo cuenta con la parte delantera de una motocicleta con todo y suspensión, que es la manivela con la que dirige el rumbo del carrito y hace los giros, pero para evitar que lo choquen por falta de visibilidad, forró con cinta reflectante cada extremo: atrás, adelante y los lados.

Las llantas traseras son de automóvil y hasta anda una de repuesto por si se estalla. La puerta la mantiene con candado para evitar que le roben lo poquito que recoge y ya está viendo cómo le pone un sistema de frenos.

Muchos de los trabajos que le ha ido haciendo al carro son por necesidad, pues antes que no estaba cerrado por completo, le robaban lo que había recogido.

Aunque él no marca tarjeta, como los inseparables Pedro Picapiedra y Pablo Mármol, sale bien temprano a recorrer casa por casa atento a ver qué se encuentra para venderlo en las chatarreras, pero no es mucho lo que se gana, entre cinco mil a 15 mil colones por semana, cuando le va bien.

Y como al que madruga Dios le ayuda, Marcos sale desde las 4:30 de la mañana y regresa a eso de las cinco de la tarde a su hogar en Agua Caliente, una humilde casita con dos cuartitos que les prestan desde el 2002.

Sin embargo, la casita está en un terreno más bajo que los demás, por lo que cuando llueve se les mete el agua dañándoles los poquitos muebles que tienen.

Marcos Fernández sale a pulsearla recogiendo chatarra todos los días

Varios sustos

Aunque en el carro les avisa a las personas que es una persona sorda con un rótulo y el dibujo de una oreja, eso no lo ha salvado de sufrir cinco accidentes.

El más grave fue cuando un carro le pasó por encima de los pies, pero para su fortuna no se los quebró y no pasó del susto y unos días adolorido.

En otra ocasión, un borracho lo golpeó por el lado izquierdo del carrito y le tocó ver cómo lo arreglaba.

A veces llega con unos dolores de piernas fortísimos, por los largos recorridos y el esfuerzo que hizo durante el día.

Él no se cansa de hacerle mejoras, el día que La Teja lo visitó estaba empezando a instalarle las luces traseras y ya tenía listos los focos delanteros para ponérselos.

También le hizo una ventana de hierro, para no cocinarse en los días calurosos, y mantenerla cerrada cuando llueve para no mojarse.

Otro problema que enfrenta tanto Marcos como su hija Lucía, es que han ido perdiendo la visión y según los diagnósticos médicos, no hay marcha atrás, por lo que pronto podrían depender completamente de la ayuda de los demás.

También tiene un audífono para ayudarse a escuchar, pero está sin batería y no tiene como comprarla.

Ericka Cordero, explica en Lesco que solo puede recibir mensajes para ayuda
Karen Fernández

Karen Fernández

Periodista con una licenciatura en Producción de Medios. Forma parte del equipo de Nuestro Tema y tengo experiencia en la cobertura de noticias de espectáculos, religiosos, salud, deportes y nacionales. Trabajo en Grupo Nacion desde el 2011.

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