José Díaz, amigo del conductor que manejaba la buseta en que fallecieron cuatro personas y otra resultó herida en Montes de Oro de Puntarenas, aseguró que Rafael Artavia Solís, de 60 años, se sentía agradecido por su trabajo.
“Estaba contento porque había trabajito, con la pandemia muchas familias la vimos muy duro, la mía, la de él, y muchas otras. Hace unos días que nos topamos y apenas intercambiamos unas pocas palabras, pero me dijo que estaba más tranquilo y que todo iba a estar bien. Él tiene una hija menor de edad y no nos veíamos seguido porque cada uno andaba en lo suyo, pero nos guardábamos mucho cariño, porque desde hace varios años trabajamos juntos”, dijo Díaz.
Don José asegura que se dio cuenta de lo ocurrido al mediodía cuando otro colega lo llamó y le dijo: “viste lo que le pasó a Rafa”.
“Yo no lo podía creer, me dolió mucho, la gente habla mucho sobre lo qué pasó, pero nosotros lo conocíamos como un buen amigo, alegre, cortés, muy preocupado por los suyos. A las autoridades les toca determinar lo qué ocurrió por lo que la gente no debe juzgar, a uno le duele en el alma los comentarios que ve en las redes sociales, porque se dice que adelantó, pero todos en la vida lo hemos hecho en alguna oportunidad. Estoy seguro, de corazón que si fue así, él jamás hubiese querido que una tragedia de este tipo ocurriera”, dijo.
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“Ahora solo queda esperar y que Dios nos llene de fortaleza a todos”.
Artavia trasladaba a cuatro turistas cuando, supuestamente intentó adelantar un tráiler, pero pegó contra el chunchón y se salió de la calle, pegó contra un árbol y el tráiler también se salió y prensó la buseta.
Artavia falleció en el lugar, así como tres turistas dos estadounidenses llamadas May Lin Johnson, de 49 años y Lisa Renee Anderson, de 45; y el suizo identificado como Fehle Valentin, de 25 años.
Leslie Wilson, de 54 años, fue la única sobreviviente y fue dada de alta en el hospital Monseñor Sanabria.