Wifer Gómez Chavarría, de 30 años, fue asesinado de un balazo en la cara por defender a su bebé, de cuatro meses, cuando un grupo de asaltantes se metió en su casa.
De acuerdo con la información que manejan los judiciales, el salvaje ataque ocurrió cerca de la medianoche del domingo 31 de diciembre en Crucitas de Cutris de San Carlos, zona norte, cuando Gómez junto a su compañera sentimental y la bebé esperaban la llegada del año nuevo.
En ese momento unos tres desalmados entraron y les exigieron los objetos de valor.
El matrimonio no puso resistencia e incluso hasta entregaron lo único que tenían que eran ¢35 mil, pero cuando parecía que los bichos se iban a retirar uno de ellos intentó meterse en un cuarto donde estaba el pequeñito. Gómez dejó salir su instinto patenal para defender a su angelito, tratando de evitar que entraran al cuarto.
En ese momento, y sin piedad alguna, uno de los asesinos disparó contra Gómez.
Los judiciales aún no han detenido a ninguno de los sujetos, sin embargo, están detrás de ellos debido a otras denuncias que manejan, entre estas otro ataque que ocurrió esa misma noche contra otra familia vecina. (Ver nota aparte).
Martín Pérez, subjefe del OIJ de San Carlos, explicó que Gómez fue trasladado muy delicado al hospital San Carlos y luego al México, "donde nos comunicaron que falleció pasadas las cinco de la tarde de este martes”, confirmó.
Vida a otras vidas
Pérez agregó que la familia de este papá decidió donar los órganos, por lo que hasta este miércoles el cuerpo sería llevado al Complejo de Ciencias Forenses, en San Joaquín de Flores, Heredia.
Algunos allegados a la víctima dijeron que Gómez soñaba con abrir una soda en el lugar para mejorar las finanzas de la familia. Él deja dos hijos menores de edad.
Trascendió que era oriundo de Nicoya, Guanacaste, vivió mucho tiempo en Aguas Zarcas de San Carlos y tenía cinco meses de vivir en Crucitas.