Una alerta de Interpol Francia permitió desenmascarar a dos fotógrafos ticos sospechosos de formar parte de un negocio con pornografía infantil.
Los tipos fueron identificados con los apellidos Solano y Corrales.
Ambos fueron detenidos la mañana de este jueves, mediante allanamientos en Granadilla de Curridabat, en Heredia y una casa cerca de Correos de Costa Rica, en Alajuela.
Estos hombres contactaban a las víctimas por medio de anuncios pegados, en ocasiones, hasta en las paredes de negocios o postes del tendido eléctrico y concretaban las citas por WhatsApp.
Las menores que se convertían en presa de estos depredadores tenían entre 9 y 14 años.
La investigación comenzó en el 2013 y fue llevada a acabo por el OIJ y los fiscales Mauricio Boraschi, de Fiscalías Territoriales; Francisco Fonseca, Contra la Delincuencia Organizada; Laura Monge de Relaciones Internacionales y Javier Valerio de Trata de Personas.
El Fiscal General, Jorge Chavarría, afirmó que se trataba de una red de producción y venta de pornografía infantil que operaba en Colombia, Brasil, México y Costa Rica.
La Fiscalía cuenta con información de cuatro víctimas que fueron llevadas por sus padres hasta estos hombres. Sin embargo, los papás ignoraban el oscuro negocio que tenían los enfermazos.
El OIJ tiene información de que en total las víctimas fueron 26 menorcitas , por lo que hacen un llamado a los familiares para que se acerquen a denunciar.
Las autoridades identificaron a las víctimas como jovencitas de escasos recursos, cuyos padres tenían el sueño de ver a sus hijas convertidas en modelos.
Incluso los padres se encargaban del pago de transporte, maquillaje, peinados, vestuario y alimentación de las menores.
La red de explotadores hacía que los padres firmaran un contrato en el que decía, con letra pequeña, que podían tomar fotografías de las niñas desnudas.
Todo el material que grababan era publicado en páginas de Internet que tenían sus servidores en Alemania.
Los enfermos que siguen este tipo de publicaciones pagaban desde los $5.000 hasta $8.000 por medio de tarjetas de crédito que pasaban en cuentas de Estados Unidos.
"La red operaba en todo el planeta, menos en Costa Rica donde tenían el acceso bloqueado por que si alguien veía y reconocía a una niña podía denunciar el caso", detalló el fiscal general.
Entre las formas de operar que usaba esta red es que las primeras sesiones fotográficas las podían ver los papás, luego les decían que ya no podían estar en ellas con el pretexto de que las niñas debían estar tranquilas con el fotógrafo.
"De esta manera los papás dejaban a las niñas solas con los hombres, disminuyendo los controles y es aquí donde aprovechan para producir el material pornográfico", detalló Chavarría.
Fuentes policiales ligadas al caso afirmaron que las sesiones de fotos eran en un hotel de Heredia que frecuentemente saca promociones.
En México pescaron a seis
Mientras las autoridades ticas hacían los allanamientos, simultáneamente las autoridades mexicanas detenían a seis personas vinculadas a esta red de pornografía.
Las páginas web eran manejadas en México. En este país encontraron 41 páginas pornográficas en las que salían las imágenes de las menores.
Las autoridades no descartan más detenciones por este caso tanto en el país como fuera.
A los detenidos se les investiga por trata de personas, abuso sexual infantil y pornografía.