Manuel Picado Olivares fue uno de los conductores afectados por la inundación en la carretera General Cañas debido a las fuertes lluvias y saturación de alcantarillas.
Picado cuenta que iba hacia Alajuela, por el carril izquierdo, y de pronto vio que los carros comenzaron a frenar y le extrañó porque los del carril derecho podían avanzar.
En ese momento vio agua en la calle y en cuestión de cinco minutos ya aquello era un lago. Esta agobiante situación ocurrió la tarde de este martes 29 de setiembre.
“Cuando nos dimos cuenta ya teníamos medio metro de agua, estando sentado el agua me llegó hasta las rodillas, pero cuando me bajé el agua me llegaba casi a la cadera”, recordó Picado.
El carro que manejaba es de la familia y es un regalo que les dejó el papá a los hijos. El señor falleció hace ocho años y desde entonces el vehículo sigue a nombre del papá.
Manuel dijo que delante de él iba una muchacha quien, del susto dio reversa y trató de irse contra vía, pero no avanzó porque todo estaba taqueado de carros, de agua, de troncos y de basura.
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Incluso él fue uno de los que comenzó a limpiar para lograr abrir el paso.
Angelith Picado, hermana de Manuel, aseguró que el carro lo cuidan mucho, porque les recuerda a sus papitos.
“Mi papá era quien nos andaba para arriba y para abajo, acompañaba a mi mamá en sus mandados, ahora ellos no están y nosotros los cuidamos”, mencionó Angelith.
Agregó que cuando vio las imágenes de la carretera se asustó, pero agradece que no hubo pérdidas humanas, ahora solo tienen la fe de que el carro vuelva a funcionar.