Sucesos

Chofer de bus que chocó contra vagoneta: “La Santísima Trinidad nos salvó”

Chofer de vagoneta asegura que cuando su vehículo se incendió, no se pudo quitar el cinturón

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Don Mauricio Zúñiga Vega, el chofer del autobús de Orosi que chocó contra una vagoneta la mañana del martes, asegura que es un milagro que él y los 55 pasajeros que lo acompañaban estén vivos.

“La Santísima Trinidad y la Virgen me salvaron a mí y a los pasajeros desde ese terrible impacto”, manifestó.

Es era la primera carrea de Zúñiga en el día y nos contó que del bombazo perdió la razón durante unos instantes.

“Vi como una olas de surf que se me abalanzaban y no supe más, hasta que oía gritos y lamentos”, recuerda.

El grave accidente ocurrió a las 4:45 a. m. en la ruta 224 entre Orosi y Paraíso de Cartago.

Cruzrojistas, bomberos y miembros de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), corrieron para trasladar a las decenas de heridos al Hospital Max Peralta.

Don Mauricio, quien cumplió 53 años el 24 de abril, tiene 25 años de ser chofer de bus y la mayoría de ese tiempo ha trabajado en Autotransportes Mata Irola.

“Me siento más feliz que si hubiera ganado millones. Así deben sentirse también mis pasajeros, porque volvimos a nacer”, dijo el vecino de Palomo.

Mao, como lo conocen de cariño, fue dado de alta la noche del martes y volvió a su casa, donde los están chineando mucho.

El conductor solo tiene golpes y algunos moretones en las rodillas, lesiones insignificantes para una persona a la que una vagoneta, llena de asfalto, se le metió a la cabina del conductor.

Su esposa, Auxiliadora Coto, y sus tres hijos, nos contaron que estuvieron en vilo hasta que les confirmaron que su padre estaba fuera de peligro.

“Nunca había tenido un accidente tan grave, en tantos años de manejar, aunque también maneje en otras rutas del cantón de Paraíso”, respondió Coto.

Una rápida maniobra hecha por Zúñiga evitó que hubiese víctimas mortales.

Al ver que la vagoneta se aproximaba sin control, metió reversa y aceleró y eso, de cierta forma, redujo el impacto.

Cinturón atascado

Antonio Pineda, el conductor de la vagoneta, dice que está con los nervios de punta, a tal punto que no pegó los párpados en toda la noche por la pensadera.

“Aún estoy como en shock y con unos nervios... Todos los papeles de la vagoneta están al día, tenía RTV y marchamo, yo siempre reviso el camión cuando voy a salir a trabajar.

“Cuando venía bajando hacia Orosi algo se reventó abajo, como algo que explotó, como un cilindro, un chip, no sé, pero la caja se quedó en neutro, se soltó (la vagoneta), agarró velocidad y ya no pude controlarla y lo que hacía era esquivar para no atropellar a nadie, ni chocar con los carros ni motos que venían subiendo, no me daba ni para hacer los cambios”, relató.

Pineda asegura que antitos del accidente, él venía manejando de forma prudente.

“Venía bajando en tercera, despacio porque venía cargado de asfalto. Venía de Calle Blancos, en San José, para Orosi para un asfaltado, me faltaban casi dos kilómetros para llegar, salí como a las dos de la mañana, detrás mío venía otro compañero con otra vagoneta y se bajó del camión y llegó a auxiliarme.

“Cuando iba ingresando al puente, el semáforo estaba en verde, de eso sí me acuerdo bien clarito y vi un bus que venía llegando a la pura entrada del puente, apenas iba a ingresar (al puente), cuando yo lo toqué (al bus), pegó en el chasis”.

Don Antonio asegura que el susto más grande que se llevó fue porque la vagoneta comenzó a incendiarse y él no lograba quitarse el cinturón.

“Las llamas me estaban llegando y no sé cómo me salí por el cinturón y donde me tiré del camión explotó y me tiró por allá, me imagino por la misma presión, cuando me levanté el camión ya estaba todo envuelto en llamas.

“La lesión que tengo fue porque pegué contra el volante y mientras trataba de quitarme el cinturón y me hacía para adelante y para atrás, me quedó doliendo la espalda, no aguanto agacharme, me incapacitaron por estos días y los nervios no se me quitan, le pedí a la doctora que me mandara tratamiento”, confesó.

El sobreviviente, que toda la vida ha manejado camiones pesados, jura que es más que precavido y cuidadoso en carretera.

“Donde vi que explotó la vagoneta y vi el bus, me atacaron tanto los nervios que creí que iba a desmayarme, llegó una señora con otras personas y me sentaron, sentí que iba a morirme, me cogió un dolor en el pecho, estaba muy asustado y pensando qué fue lo que se reventó en el camión, porque todo venía bien.

“Donde frené y no me respondieron (los frenos), venía pegado de la corneta para que la gente se quitara, más atrás había un puentecito que decía Ceda y le pasé chasqueando (muy cerca) a un carrito, pasé la vuelta y fue cuando vi el puente donde se dio la colisión”.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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