Cruz Roja hizo el papel de cupido

Maribel Rodríguez se unió hace más de 20 años a la Cruz Roja con el fin de ayudar a los más necesitados, pero lo que nunca se imaginó es que en ese lugar encontraría al amor de su vida, con quien ya casi cumple 16 años de matrimonio.

Maribel, de 52 años, y su esposo Carlos Umaña, de 59, se conocieron en el comité metropolitano de la benemérita, en el cual aún trabajan como paramédicos.

“Los dos éramos voluntarios de la Cruz Roja, él era el jefe de voluntarios. Entonces trabajábamos juntos los sábados de 6 a.m. a 6 p.m. en el servicio se ambulancia y atención de pacientes”, recordó Maribel.

Carlos dice que el hecho de trabajar juntos les permitió irse conociendo cada vez más, primero se hicieron buenos amigos y luego, en medio de las emergencias y trabajos, se fueron enamorando.

“Mucho del tiempo que compartíamos juntos era atendiendo pacientes, emergencias o programando trabajos de capacitación a lo interno. Ella me ayudaba bastante y con el tiempo pasó a formar parte de la jefatura que manejábamos ahí”, contó Umaña.

Maribel recuerda que fue cuatro años después de conocerse cuando se hicieron novios, para casarse no esperaron tanto ya que se dieron el “sí” a los dos años.

El próximo 31 de agosto cumplirán 16 años de haber unido sus vidas para siempre.

“Es algo que probablemente ya estaba definido por el ser supremo, por Dios, porque esas cosas uno no las programa. Se fue dando, nosotros no lo buscamos y llegó un momento en donde se dio la oportunidad. No nos quejamos, es algo maravilloso, nos ha ido muy bien, ya son más de 15 años de casados y todavía nos queremos mucho”, dijo Carlos.

Como fruto de esta bonita relación nació Karla, quien tiene 13 años y que al igual que a sus padres le apasiona mucho el tema de la atención médica, especialmente cuando son ataques por serpientes.

Trabajo los une

Rodríguez dice que el trabajo no solo les permitió conocerse ya que la labor que hacen en la Cruz Roja también los ha ayudado a sacar adelante su matrimonio.

Incluso, sus familias se han hecho más unidas, ya que se pasan reuniendo para que ellos dos les den cursos de primeros auxilios y otras prácticas.

“A nosotros lo que nos ha ayudado mucho es la forma de ser, porque somos muy parecidos, muy tranquilos y aparte de eso nos gusta mucho ayudar a la gente. Eso nos acerca porque compartimos casos y también nos ayuda para el trato a la familia, porque en este trabajo se ven muchas cosas que le ayudan a uno a valorar lo que tenemos y lo que queremos”, añadió Rodríguez.

Siempre hay tiempo

Con el Día de los Enamorados a la vuelta de la esquina, don Carlos contó que durante todos estos años se les ha hecho un poco complicado celebrarlo juntos, ya que es difícil que ambos tengan el mismo horario y puedan salir temprano.

“A veces se nos da la facilidad de programar y podemos salir a cenar juntos, son contadas las veces que salimos el mismo día. Cuando no se puede se prepara alguna comida pequeña en casa, hay flores, algún agasajo de parte de los dos y cuando podemos nos damos una escapada a algún restaurante que nos guste”, dijo el socorrista.

Cuando no pueden salir, lo que hacen los esposos es compartir ratitos juntos entre la atención de emergencias. Afortunadamente este 14 de febrero si tendrán mucho tiempo para compartir.

“De última hora se nos presentó la oportunidad de tener libre la tarde y noche del 14, aun no tenemos nada formalizado, estamos planeando salir a cenar”, dijo Carlos.