Pese a que es investigado pues al parecer sirvió como soplón a una banda narco por 7 meses, el agente judicial de San Ramón que fue detenido por sus compañeros este jueves no irá a la cárcel, más bien seguirá breteando en el OIJ, pero en otra oficina.
Esto se debe a que el Ministerio Público solicitó una serie de medidas cautelares diferentes a la prisión preventiva en contra del investigador de apellido Rodríguez, de 29 años.
“Por ser sospechoso del presunto delito de procuración de impunidad (alertaba a los bichos para que no los agarraran) la Fiscalía solicitó que se le reubicara en un nuevo puesto laboral, que se le impida acercarse a las delegaciones del OIJ en San Ramón y Grecia, y que se le ordene la prohibición absoluta de tener contacto o comunicarse con personal de investigación o administrativo de esas dos oficinas judiciales”, informó la Fiscalía.
De acuerdo con las autoridades, Rodríguez habría colaborado con un grupo narco de la zona, advirtiéndole cuando se iban a realizar allanamientos, para que así los miembros la pintaran o escondieran las drogas en otro sitio.
Junto al investigador, también fueron detenidos un hombre de apellido Fernández, de 50 años; la pareja de este de apellido Vargas, de 47 años; y el hijo de ambos, apellidado Fernández, de 29.
A estos se suma una mujer de apellido Sandoval, de 40 años; un hombre apellidado Ledezma, de 35; y un reo de la cárcel de Puntarenas identificado como Chacón, de 42.
En horas de la tarde de este viernes, la Fiscalía informó que estas personas todavía se encontraban en la audiencia de solicitud de medidas cautelares que inició a las 9 a.m.