Sucesos

Doctor del Hospital de Niños ante asesinato de bebita: “Me da asco quienes te hicieron tanto daño”

Familia de chiquita asegura que mamá los alejó para irse con hombre

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El director de la unidad de Trauma del Hospital Nacional de Niños, Marco Vinicio Vargas Salas, no soportó el dolor y la indignación que le provocó la muerte de una bebé de tan solo año y dos meses a manos de su mamá y padrastro y explotó en Facebook.

La pequeñita a quien él llama "M", pero sus familiares aseguraron que su nombre era Mía, fue víctima de una golpiza.

El pasado 5 de diciembre, la niña fue llevada por su mamá de apellidos López Leiva, y el padrastro, apellidado Quirós Torres, al Hospital William Allen y le trataron de meter a los médicos el cuento de que se había caído, pero las lesiones que tenía hicieron a los doctores sospechar que fue víctima de agresión y llamaron al OIJ.

La chiquita tenía golpes en la cabecita y la carita, fracturas en los brazos, las piernas y las costillas y fue trasladada al Hospital Nacional de Niños donde murió a las 10 de la noche del lunes.

Los sospechosos están descontado prisión preventiva.

Según la publicación de Vargas, la noticia les llegó cuando los médicos estaban luchando por salvar a dos hermanitos víctimas de un atropello ocurrido en Quebrada Amarilla de Jacó.

“La noticia se acompaña de furia profunda, sincera y devastadora furia humana, aquella que no te permite más que liberar una maldición primigenia contra quienes te hicieron daño porque a diferencia de los que nos disponíamos a rescatar, M había sido lastimada, torturada y herida de muerte a propósito", escribió el doc.

“Pero, ¿qué hizo esta pequeña? No sé. Sus manos deberían estar llenas de tierra de juegos y manchas de colores, pero estaban blancas, vacías, abiertas a recibir, pero no, por Dios, no, por favor no más dolor.

"Ahora sus manos tenían agujas y pulseras que no eran de colores sino para saber como su corazón luchaba para impulsar sangre. Sus piernas hechas para jugar y correr detrás de flores y mariposas habían sido rotas y su piel llena de moretes no dejaba espacio para imaginar algo diferente a que esas piernitas fueron requeridas para huir, huir del miedo, del dolor y de la muerte. Sus piernas, no alcanzaron.

"Con sus ojos vacíos como una casa vacía, con sus ojos despidiéndose de su alma la vimos, sus ojos que han perdido su función por las hemorragias producto de violentísimas sacudidas se tornaban en ópalos que miraban al infinito”, escribió el médico.

Vargas en su carta se hizo una serie de preguntas, que sus amigos en esta red social tampoco supieron contestar y más bien agradecieron todo intento por salvar a la bebita.

¿Qué hiciste M, cuál fue tu culpa para que siendo una pequeña recibieras tanto, tantísimo dolor? ¿Qué hiciste para morir sola, en medio de la multitud de una sala de cuidados intensivos? ¿Quién te dio la mano en el extremo momento? ¿Quién se robo tu felicidad? ¿Quién te arrancó a golpes las sonrisas? ¿Quién cambió los colores navideños por el negro de tu muerte?

“Me da asco, el más profundo, vomito lo hediondo y negro de conocer el lado más brutal, sucio y depravado del ser humano, aquel que es capaz de desarrollar la conspiración de la muerte, esa conspiración que en forma metódica se propone cada día a robarse lo blanco de un niño, esa conspiración que a diario se programa para golpear, no dar de comer, infligir miedo y terror, lastimar, quebrar, y enloquecer a un pequeño ser humano. Me da asco quienes te hicieron tanto daño y pido, ruego y suplico porque tu dolor no quede impune, pido por tu venganza, pues si bien esta no da paz, marca el principio del final de tu justicia”, escribió Marco.

Una familiar de Mía, quien pidió no ser identificada, aseguró que la muerte de la pequeña les arrancó un pedazo del alma.

“La gente anda diciendo que dónde estaba la familia de esa bebé que permitió que la golpearan con tanta brutalidad hasta matarla, lo que no saben es que nosotros amábamos a Mía, ella representaba felicidad para nosotros, tenía los ojitos más profundos y coquetos del mundo.

“Su mamá nos alejó a todos de ella para irse a vivir con ese hombre hace como un mes y dos semanas, tal vez un poco más, jamás esperamos que algo así pasará, tenemos el alma destrozada porque mía era ilusión para todos nosotros”, dijo la mujer.

La familiar de la bebita asegura que cuando se dieron cuenta de que estaba en el hospital tan grave porque las autoridades les dieron aviso sintieron un golpe terrible, pues ya no había nada que hacer.

“Ella fue golpeada tanto que no había ninguna mejoría, los doctores habían dicho que solo quedaba rezar, lo que más nos duele es que la mujer que le dio la vida no la defendió de tal tortura, ella sabía que la familia la iba apoyar”, aseguró.

La pareja y la niña vivían en Pavones de Turrialba.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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