La policía Mauren Cordero declaró mediante videoconferencia cómo fue que se involucró con la red de cuatro médicos del hospital Calderón Guardia y un comerciante en el tráfico de riñones.
El testimonio fue dado a las 9:10 a. m. en la sala 18 en los Tribunales de San José.
Los médicos acusados son de apellidos Mora, así como dos cirujanos de urología de apellidos Stamati y Fonseca. Además, un médico vascular periférico de apellido Monge.
Mientras que el empresario griego es de apellido Katsigiannis.
La mujer detalló que después de que a ella le sacarán el riñón, el doctor Mora, le quitó las heridas y además la atendía en consultas generales.
Conforme esas valoraciones comenzaron a tener confianza y él le contó que no quería seguir trabajando con Katsigiannis porque les pagaba muy poco a los donantes.
Además, le dijo que por cada operación que él hacía solo le pagaban un millón y medio de colones.
Luego le expresó que si conocía más personas que sí querían donar, así fue como inició la conexión.
Por amigo conoció a empresario griego y doctor
La policía Cordero dijo que se enteró de este negocio del tráfico de riñones luego de que perdió a su compañero sentimental, quien también era policía y fue asesinado en un cumplimento en Pavas.
Para ese momento la mujer ya era policía y en la delegación de Curridabat vio que un compañero de trabajo tenía una herida muy grande en el estómago y ahí fue cuando este le contó que había donado un riñón y que le habían pagado dinero.
Le pregunté que le había pasado y me contó que había donado un riñón.
A los meses a ella la llamó su compañero de trabajo y la llevó hasta la pizzería que es propiedad del griego Katsigiannis.
El extranjero habló con la oficial y le dijo que le pagarían unos seis millones, los cuales se los dieron en dólares.