Aunque parezcan muy rudos, lo oficiales del grupo Lince demostraron tener un gran corazón y mucha sensibilidad.
Este miércoles el Ministerio de Seguridad Pública dio a conocer el caso de un comerciante limonense de nombre Santiago a quien últimamente le está yendo muy mal económicamente y por eso los uniformados decidieron echarle el hombro.
El hombre vive en barrio El Varadero, en El Cocal de Limón, y se gana la vida vendiendo coco rallado y agua de coco; sin embargo, en las últimas semanas la huelga ha provocado que casi no vayan turistas a las playas limonenses y por eso la ha estado viendo feísima.
El grupo de oficiales fue enviado a Limón para mantener la calma ante los disturbios que se dieron los primeros días de la huelga y un día se toparon al vendedor y supieron las penurias que vivía.
Luego de un rato de conversar, él les abrió el corazón y les contó la situación tan dura que está pasando con su esposa y sus tres hijos menores de edad.
Los uniformados decidieron ayudar a la familia, juntaron plata y se fueron para un supermercado a comprar un diario y luego se lo llevaron a don Santiago.
Cuando él y los demás miembros de la familia vieron a los oficiales bajar las bolsas de comida de la patrulla se quedaron mudos de la emoción.
Los afectados agradecieron inmensamente el gesto de los oficiales, quienes les devolvieron la paz y la ilusión.