Mientras las autoridades policiales de Costa Rica van quedando rezagadas para enfrentar a la criminalidad, las bandas han seguido creciendo y especializándose para ejercer más violencia y muerte en el país.
El Ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, confirmó esta situación tras el lamentable homicidio del policía Bryan Josué Rivera Oviedo, de 28 años, quien murió cumpliendo con su deber en Las Parcelas de Herradura, Puntarenas.
Zamora señaló que la Fuerza Pública sí tiene la capacidad para dominar escenarios violentos, siempre y cuando cuenten con los recursos necesarios, esto lo señaló porque fueron los propios compañeros de Rivera quienes detuvieron a los principales sospechosos de su muerte.
“La operación sí demuestra contundencia y poder de reacción de la Policía cuando tenemos desplegado el recurso necesario. El gran reto es tener el estándar a escala nacional para poder asegurar a las personas la capacidad de respuesta policial”, explicó Zamora.
El ministro confirmó que no siempre se podrá tener una respuesta contundente con respecto a las detenciones.
“Tenemos un déficit operacional real frente a la criminalidad. La Policía no equilibró sus recursos, estos grupos criminales sí lo hicieron, se profesionalizaron, tuvieron apoyo externo.
“En el caso de Limón trajeron expertos para formar grupos de sicarios, hay una finca que fue ubicada como una especie de escuela de sicariato, para enseñar a disparar en movimiento cuando utiliza una motocicleta. Este tipo de cosas es lo que la criminalidad común nunca había hecho y que ahora sí está haciendo la criminalidad organizada. Ante este cambio, definitivamente, la modernización de recursos policiales es una urgencia dado el nivel de violencia y letalidad que utilizan”, detalló el jerarca.
Expertos en seguridad, como Álvaro Ramos, han señalado con frecuencia que el Gobierno debe invertir en recursos para la Policía del país, pues Costa Rica tiene como espejo la violencia que se vive en Ecuador.