Un falso guía espiritual católico de apellidos Villalobos Chavarría fue condenado a 30 años de cárcel por violar dos veces a una niña de 12 años.

La sentencia se dictó este jueves a eso de las 8 de la noche en los Tribunales de Desamparados.

El juicio por el caso inició el 19 de febrero pasado. La Fiscalía logró demostrar que el sujeto de 39 años se hizo pasar por psicólogo para darle “terapia” a la menor, pese a que el único título que tiene es el de primaria.

Los ataques ocurrieron en el 2015 cuando la mamá de la menor trató de buscar ayuda profesional para que guiara a la jovencita en su paso a la adolescencia. La señora quería que la persona que la tratara tuviera valores cristianos, por lo que fue a la Curia Metropolitana y ahí le recomendaron a Villalobos.

La madre se puso en contacto con el supuesto guía espiritual y acordó una cita para el 24 de abril en una oficina en San Juan de Dios de Desamparados. En el lugar había imágenes religiosas y lo primero que hizo el hombre fue una oración, lo que le dio a la señora más confianza.

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Según los testimonios de los testigos y las pruebas presentadas en el juicio, el sujeto le pidió a la mamá de la menor que saliera del consultorio mientras él hacía el abordaje psicológico.

La señora quiso permanecer en el lugar, pero el sujeto insistió en que lo mejor era que saliera, argumentando que los hijos nunca hablan cuando los papás están, por lo que ella aceptó salir.

Apenas estuvo a solas con la pequeña le dijo que debía revisarla y le pidió que se quitara la ropa, la acostó en una camilla, la violó y le advirtió que no podía contar nada.

El enfermazo insistió

En esa oportunidad la mamá de la menor no quedó muy contenta con el dizque psicólogo por el tiempo a solas que pasó con la hija y prefirió acabar ahí las sesiones, pero durante meses él le insistió en que la menor necesitaba más ayuda.

La niña bajó su nivel académico en la escuela (estaba en sexto), por lo cual los papás accedieron a una nueva cita. Ese encuentro se dio en la casa de la menor el 4 de agosto del mismo 2015.

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“Al llegar conversó con la mamá de la pequeña y luego ella se levantó para ir a buscar a la menor, ya que ella estaba durmiendo en una habitación. Detrás de la señora, y sin contar con la autorización de ella, el acusado la siguió hasta el cuarto”, relató el abogado de la familia de la menor en el juicio.

“Estando los tres ahí, la mujer le comentó a su hija que Villalobos quería conversar con ella, a lo que la menor respondió con un tajante no; sin embargo, el imputado interrumpió la conversación, tocó la pierna de la niña y le dijo casi en forma de súplica: ‘solo cinco minutos, le prometo que no duro más’. La menor replicó a la mamá con un gesto negativo, aunque terminó accediendo a la petición del sujeto”, agregó.

La mamá de la niña los dejó en el cuarto sin cerrar la puerta y se fue al corredor a hablar con una vecina.

El presunto abusador le dijo a la niña una vez más que se quitara la ropa y la habría violado dos veces. Luego le volvió a advertir que no podía contar nada porque los papás no entenderían.

La pequeña trató de guardar el secreto una vez más, pero días después no aguantó y se lo contó a una compañera de la escuela, quien habló con la psicóloga del centro educativo. La especialista llamó a la niña afectada y ella lo contó todo. Desde la escuela informaron a los papás de la menor, quienes denunciaron.