Ni siquiera una abuelita de apellidos Aguirre Leal, de 71 años, se salvó de ir a la cárcel por el secuestro del comerciante gringo William Sean Creighton Kopko, conocido como Tony.

Tanto ella como su hijo de apellidos Vega Aguirre, de 46 años, irán seis meses a prisión preventiva luego de ser vinculados con la banda que realizó el plan.

La misma medida fue dictada para otros tres integrantes de la organización de apellidos Martínez Chacón, Ford Dowman y Sanabria Abarca (mujer). Las medidas fueron dictadas por el Juzgado Penal de Goicoechea.

A estas personas se les detuvo el viernes anterior mediante varios allanamientos en La Trinidad de Moravia, La Unión de Cartago, Santo Domingo de Heredia, Limón, Ipis y El Alto de Goicoechea.

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Salvados de estar detrás de las rejas

Además de ellos, dos imputados de apellidos Sánchez Gamboa y Rivera Masís cumplirán las medidas cautelares de firmar una vez al mes, mantener domicilio fijo, impedimento de salida del país y no comunicarse con ninguno de los otros investigados por este caso.

A los oficiales de tránsito de apellidos Jirón López y Medrano Vargas les impusieron las mismas medidas cautelares, además de entregar su pasaporte.

La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos apeló las medidas cautelares dictadas contra los oficiales de tránsito.

España los enviará a Costa Rica

Las autoridades afirman que la cabeza de este secuestro es un informático tico de apellidos Morales Vega, de 25 años. A él lo detuvieron el mismo día que al resto de la banda, pero en Zaragoza, España, junto a su mamá y a su novia, de apellidos Solís Chaves, de 24 años.

La mamá de Morales Vega, de apellidos Vega Aguirre y de 45 años, era la pareja sentimental del gringo.

Al líder lo agarraron en ropa interior, mientras que las mujeres estaban en bata de baño cuando fueron sorprendidas.

“Respecto a las tres personas detenidas en España, se encuentra en proceso la gestión ante la Audiencia Nacional de España para la tramitación de su extradición hacia nuestro país”, explicaron en la oficina de prensa del Ministerio Público. De momento no hay fecha exacta para el regreso de ellos.

La policía de Zaragoza enviará como evidencia a suelo tico lo decomisado, que fueron €4.000 en efectivo (cerca de ¢2 millones y medio), tarjetas utilizadas para transacciones de moneda virtual, un libro de contabilidad y dispositivos electrónicos.

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De acuerdo con la acusación, la agrupación desarrolló un plan para llevar a cabo el secuestro del empresario estadounidense el 24 de setiembre anterior en Granadilla, por su rescate cobraron $950.800 (¢572 millones) mediante la moneda virtual bitcoin y a pesar de que la familia dio la plata, hasta el momento se desconoce el paradero de la víctima.

Los imputados habrían seguido al comerciante hasta Granadilla de Curridabat, donde, con la presunta colaboración de los dos oficiales de Tránsito, abordaron al empresario cuando viajaba en su carro y luego lo llevaron hasta la casa de la abuela, en La Trinidad de Moravia y luego a otro sitio; el cual siguen investigando.