Hermana de mujer asesinada: “Le pido a Dios que nos ayude”

Cuerpo de la mujer apareció en un río en Florencia de San Carlos

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Los familiares de Natalia Pérez Barrientos, de 28 años, ya cumplieron un mes del trágico día en el que encontraron muerta a la joven mamá, en Florencia de San Carlos.

A ellos aún les cuesta hacerse a la idea de que un desalmado le arrebató la vida a Naty y dejó sufriendo a sus tres hijos (dos niñas de once y seis años y un varón de dos), así como al esposo que tanto amaba.

El dolor de la perdida es aún más grande al saber que la persona que cometió el crimen está libre y podría hacerle daño a otra familia.

Angie Pérez, hermana de Natalia, admite que ya no saben qué más hacer para obtener pistas del asesino, ya que piensan que algún lugareño podría tener información importante que no se le ha revelado a las autoridades judiciales.

"Hace unos días mi papá le pidió la autorización del OIJ, así que pusimos un mensaje en redes sociales en el que pedimos que si alguien vio algo extraño los días próximos al crimen llamara al teléfono 2401-0328 de la Policía Judicial de Ciudad Quesada.

“Siempre que una persona le hace daño a alguien deja algún rastro, alguna pista, le comenta algo a alguien, se pasa de tragos y revela algo, por eso le pedimos a la gente que nos ayude. Pensamos que algún vecino pudo haber visto un carro sospechoso, a una persona desconocida rondando la zona o tal vez recientemente han visto o escuchado algo relacionado con el homicidio y nos ayudarían mucho si llaman y dan los datos, aunque sea de manera confidencial”, expresó la allegada.

“Todos los días le pido a Dios que nos ayude a encontrar a la persona que mató a Naty, esta vez el daño fue a mi hermana, pero le podría pasar a cualquier persona mientras el asesino esté libre”, añadió.

La Teja consultó en la Fiscalía para saber qué avances han tenido con el caso, pero la institución respondió por medio de un correo electrónico que: “el caso de su interés se encuentra en el Organismo de Investigación Judicial”.

Mientras que el OIJ contestó: “el caso se mantiene en investigación, en conjunto con Ministerio Público, por lo que no se pueden dar más detalles de momento”.

La vida les cambió

La allegada dice que desde que sepultaron a la joven la vida de ellos es muy diferente.

"Mi papá, mi mamá y Allan, el esposo de Naty, son los más afectados con todo eso, lo que más los desconcierta es que aún no haya nadie detenido por el caso, les preocupa que la investigación sea tan lenta.

“Los hijos de mi hermana están relativamente bien, pero muy dolidos, sobre todo la mayor porque ya está grandecita y entiende bien qué fue lo que pasó. Una semana después del crimen ella cumplió once años y no quiso que lo celebráramos porque se sentía muy triste. Ella es una preadolescente y perder a su mamá en una edad tan delicada podría afectarla mucho”, narró.

Angie dice que han preferido no visitar los restos de la mujer en el cementerio porque quieren recordarla viva, con la personalidad alegre y luchadora que siempre la caracterizó.

“Mi hermana tenía muchos amigos y era muy cariñosa, muchas personas que la conocían nos han expresado a mis papás y a mí el gran dolor que sienten por la muerte de ella, no solo mi familia está sufriendo, todos ellos también”, aseguró.

Día fatal

El cadáver de Naty apareció el martes 21 de abril en las aguas del río Platanar, a su paso por la quebrada Azul, en Florencia de San Carlos, a un kilómetro y medio al noreste de la escuela.

El esposo de la víctima encontró el cuerpo luego de dos horas de intensa búsqueda. Él estaba trabajando en la propiedad en la que vive con su familia en un turno de 6 p. m. a 6 a. m., pero ese día en la madrugada su hija mayor lo llamó para decirle que Natalia no aparecía por ningún lado.

El preocupado hombre llegó a la vivienda y al confirmar que no había rastro de su esposa se puso a buscarla por los alrededores hasta que la encontró muerta a un kilómetros y medio de la casa.

La Policía Judicial informó que la autopsia reveló que la causa de muerte de la mujer fue asfixia por sumersión, lo que confirma que el homicida la ahogó en el río en el que fue encontrada.