Hijas de policía fallecida en accidente le dan fuerzas a familia

La oficial, el novio y otro joven murieron en una colisión frontal de motos en San Rafael Arriba de Desamparados hace un año

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Las pequeñas Keilany y Amaral se convirtieron en la fuerza de su familia luego de que la mamá de ellas, la oficial penitenciaria Katherine Vargas Moya muriera en un accidente de tránsito hace casi un año.

Las niñas mantienen vivo el recuerdo de la oficial, de 29 años, y con sus travesuras y juegos iluminan las vidas de sus seres queridos cuando el dolor de la pérdida los agobia.

Andrea Mejía, hermana de Katherine, asegura que ella y todos los familiaresaún tienen mucho dolor por la pérdida, pero poco a poco han aprendido a vivir sin ella.

“Nosotros la extrañamos todos los días, cuando vemos una foto de ella la recordamos, cuando salimos y vemos la puerta de la casa que había construido hace poco también y por supuesto que al compartir con las dos hijas de ella la sentimos presente entre nosotros, mis sobrinas son el legado más bello que mi hermana nos dejó y nos han dado las fuerzas para sobrellevar la muerte de Katherine.

“Hay días en los que nos sentimos con fortaleza y otros en los que es imposible contener las lágrimas. La Navidad pasada fue muy dura porque fue la primera que pasamos sin mi hermana, le tuvimos que pedir fuerza a Dios porque no queríamos que Keilany y Amaral nos vieran llorar mientras abrían los regalos”, relató.

La allegada asegura que es imposible no recordar a la oficial cuando las hijas viven momentos especiales, por ejemplo, cuando Amaral dice una palabra nueva o hace alguna travesura siempre se preguntan qué haría Katherine si estuviera ahí.

“La hija mayor de mi hermana es la que siente más la pérdida. Ella aún llora porque le hace falta la mamá; el veintiocho de enero cumplió los diez años y le hicimos una fiesta el dos de febrero, ese día, cuando estábamos en el salón, ella pasó y al vernos se puso a llorar diciendo que le hubiera gustado que la mamá estuviera ahí”, recordó.

La niña recibe terapia psicológica en el hospital Nacional de Niños y también cuenta con el apoyo y amor de su familia para que poco a poco supere la dura pérdida.

Olga Moya, mamá de la víctima, asegura que ella se refugia en Dios para superar la muerte de su muchacha.

"Solo él da la fuerza para superar un golpe así, sin Dios yo esta no la hubiera pasado. Los recuerdos bonitos de mi muchacha y las hijas de ella me mantienen fuerte y con salud, ellas son los latidos de mi corazón.

“Yo aveces le hablo a Katherine como si ella aún estuviera aquí, es mi forma de sentirla cerca. Ella sabía en vida que podía contar conmigo de forma incondicional y por su puesto que ahora más que nunca voy a estar con sus chiquitas porque me necesitan”, aseguró.

Homenaje

El 30 de enero pasado el Ministerio de Justicia y Paz hizo una reunión para reconocer a los trabajadores de la institución que se pensionaron y también a los que perdieron la vida durante el 2019.

“Nos invitaron y nos dieron un ramo de flores y un certificado en el que destacaron la entrega y el compromiso de mi hija. Ese día nos sentimos muy orgullosos de Katherine y fue imposible no llorar”, expresó Olga.

La mujer dice que ella y su familia sienten la responsabilidad de mantener vivo el recuerdo de la oficial en la mente de sus hijas.

Los familiares del papá de Amaral, quien también murió en el accidente, son un gran apoyo, ya que se mantienen cerca de la bebé.

Ellos la chinean mucho y se preocupan porque que ella esté bien y tenga recuerdos bonitos del papá.

Tragedia

Katherine y su novio, Garry Castro Arias, de 28 años, murieron cuando la moto en la que viajaban chocó de frente contra otra en la que iba Andrés Mora Chinchilla, de 20 años, quien también perdió la vida a causa del accidente.

Presuntamente, Mora invadió el carril por el que iba la pareja.

El suceso se dio el sábado 23 de febrero del 2019 en San Rafael Arriba de Desamparados, cerca de Café Segura.

Andrés murió horas después del choque en el hospital Calderón Guardia, mientras que Gary falleció el domingo siguiente en el hospital San Juan de Dios; Katherine descansó el lunes 25 de febrero, en el mismo centro médico que su novio.

Andrea dice que después del accidente ella y su familia ven la vida diferente.

“Antes veíamos las noticias y cuando escuchábamos que alguien había muerto en un choque lo veíamos como algo lejano, pero ahora es diferente, cuando escuchamos que alguien murió de esa manera revivimos el dolor de la pérdida de mi hermana y nos entristece saber que otra familia tiene que pasar por todo lo que nosotros ya vivimos”, detalló.

Los seres queridos de la policía visitan periódicamente el Camposanto La Piedad donde descansan los restos de la joven, sin embargo, ellos saben que el espíritu de la alegre mamá no está ahí, sino que vivirá por siempre en sus corazones.