El empresario Juan Carlos Bolaños le ganó el pulso a la Fiscalía y pasará los próximos meses tranquilo en su casa, con los chineos de su familia y hasta podrá tirarse los partidos de la Sele en la Copa Oro.
Este miércoles un juzgado rechazó la apelación del Ministerio Público que pretendía que a Bolaños se le suspendiera la casa por cárcel y volviera a prisión.
La jueza que dirigió la audiencia le dio la razón a su colega que el 29 de abril pasado le cambio las medidas cautelares al empresario cementero para que pudiera recuperarse en su vivienda de una operación en la rodilla derecha.
En un informe se explicó que la primera operación que le hicieron al privado de libertad para corregirle el daño en la rodilla (en diciembre del 2017) fracasó porque en la cárcel no recibió la atención médica ni la terapia suficiente.
Fernando Vargas, abogado de Bolaños, dijo que la Fiscalía ya no puede hacer nada para apelar las medidas hasta que se cumplan los seis meses de casa por cárcel que le dictaron.
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“Don Juan Carlos está tranquilo, ahora puede recibir en su casa a los abogados que le están ayudando en el caso y trabajando con la computadora, por lo que dice que ahora sí siente que está preparando su defensa como es debido”, comentó Vargas.
Además, los hijos y la esposa del imputado están contentos porque su regreso les ha permitido recuperar el tiempo que estuvieron separados de él y le piden a Dios que no regrese a la cárcel.
Pero no todo es color de rosa, ya que aunque las terapias que ha recibido le han hecho bien y han fortalecido la rodilla, una infección en la herida lo ha obligado a cuidarse aún más.
El defensor explicó que a Bolaños le hicieron una artroscopía para corregirle una ruptura del ligamento cruzado anterior derecho, en el que le pusieron un injerto para arreglarle unos problemas que se le habían hecho por no tener la terapia correcta en la cirugía anterior.
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Además del arresto domiciliario y el uso de una tobillera electrónica, al recluso le dictaron impedimento de salida del país, entrega del pasaporte, vigilancia de Fuerza Pública, no comunicarse con testigos de la causa ni funcionarios del Banco de Costa Rica. También tuvo que pagar una fianza para la que puso a responder propiedades.
El importador de cemento chino fue capturado el 3 de noviembre del 2017, mientras conducía un carro en Atenas, Alajuela, desde entonces descuenta prisión preventiva.
El Ministerio Público lo investiga por los supuestos delitos de peculado, tráfico de influencias, denuncia calumniosa y simulación de delito.