La vaca La Pollita está recuperándose de los golpes que sufrió el domingo pasado cuando, por andar de traviesa, se acercó mucho a la cerca y se fue con todo y alambres a un hueco de tres metros.

El hecho se dio en una finca en Los Pinos de San Rafael de Irazú, en Pacayas, y según contó Marco Solís, hijo del dueño de la ternerita, La Pollita anda todavía media renca.

“Ella está comiendo bien, pero tiene una pata de las de atrás golpeada, seguro se la lastimó cuando cayó, pero pareciera que se va a recuperar bien”, contó.

El día de la emergencia el animal estaba pastando, pero se acercó mucho a un filo que da a una quebrada y ni la cerca la detuvo.

Marco Aurelio Solís, dueño de la vaca, se dio cuenta de que La Pollita se había ido al hueco y se había quedado pegada en el barro y no la podrían sacar fácilmente, por lo que llamaron a los Bomberos.

“Cuando llegamos ya el finquero había llamado a un señor que tiene un tractor y con algunas mangueras viejas amarramos la vaca y con la ayuda del tractor la fuimos sacando”, explicó el bombero Ricardo Varela.

“Ella estaba muy cansada, entonces nos costó levantarla y meterle las mangueras por debajo. El rescate tardó hora y media; fue largo y complicado”, agregó el rescatista.

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Primer susto

Según contó Marco Solís hijo, esta es la primera vez que la vaca se mete en problemas.

“Ella nació aquí en la finca hace dos años y siempre ha sido muy tranquila. Ahora lo que hicimos fue llevarla lejos de donde se accidentó para evitar que se vuelva a caer”.

“Esa vaca y otras seis que tiene mi papá son las que él ordeña para vender leche a los vecinos, de eso vive mi papá”, argumentó el hombre.

Ahora los Solís tienen más vigilada a La Pollita, tanto para ver que se recupere bien del golpe en la pata, como para asegurarse que no se vuelva a jalar una torta.