La liposucción que se hizo la esposa del narcotraficante Dennis Patricio Omier Taylor, alías Tupac, fue el anzuelo que utilizaron los sicarios para pescarlo y matarlo a balazos el 9 de octubre del 2015

Así quedó claro en el juicio que arrancó la mañana de este lunes en la sala 14 de los tribunales de San José.

Al crimen ocurrido el 9 de octubre del 2015, en un callejón en San Francisco de Dos Ríos, sobrevivió, pese a que el carro en que iban recibió entre 92 y 93 plomazos de AK-47, la esposa de Tupac de apellido Sawyers y un taxista de apellidos Corrales bautizado por los médicos del Hospital Calderón Guardia como “Bruce Willis” (por la película Duro de matar).

El fiscal Óscar Quirós durante la lectura de la acusación les achacó dos delitos de tentativa de homicidio y uno de homicidio calificado a cinco de los imputados.

Aunque a las ocho de la mañana, el juicio tenía en el banquillo de los acusados seis sospechosos, uno de ellos tendrá que enfrentar un debate por aparte porque según explicó la presidenta del tribunal Isabel Porras, la abogada Axa Carballo, quien defiende a un hombre de apellido Scott estaba en una cita en el médico de empresa, ella es abogada de la defensa pública.

Las juezas le dieron dos horas y dos minutos de tiempo para llegar, pero esto nunca ocurrió, incluso la fueron a buscar al consultorio y no estaba, por lo que no esperaron más y comenzaron.

“Se investigara lo ocurrido con la licenciada Carballo para así determinar las medidas disciplinarias pertinentes”, dijo Porras.

Los sospechosos de apellidos Urbina, Smith, Guzmán, Thomas y Taylor, escucharon la acusación del Ministerio Público en la que se detalla que los sospechosos durante una semana siguieron a la mujer de Tupac para ubicarlo. La pareja se estaba quedando en la casa de una hermana de la mujer ubicada en San Francisco de Dos Ríos, cerca de donde se dieron los hechos.

“Los sospechosos habían seguido por varios días a la pareja, incluso, uno de ellos se había subido al mismo bus de Limón a San José con la mujer para ver hacia donde iba, a Tupac lo andaban buscando, pero él se estaba escondiendo”, dijo Quirós.

La llegada de la pareja a San José se debió a que Sawyers se sometió a una liposucción y durante varios días tenía que recibir atención médica, un proceso post operatorio, Tupac decidió complacerla y a la mujer le hicieron los arreglitos en el Hospital Cima.

Ejecutaron el plan

Ese día el taxista le dio un servicio a Tupac y su esposa para llevarlos al Hospital Cima, los sospechosos les atravesaron un carro en una calle sin salida de unos 50 metros, cuatro de los acusados se bajaron con armas AK-47 y les dispararon hasta dejar el taxi como un colador.

El fiscal indicó que el taxista recibió dos heridas, una de ellas en el brazo derecho que provocó que perdiera la movilidad, Corrales se salvó porque se metió entre el asiento y debajo del volante en posición de arco.

Tupac recibió 18 balazos entre la cabeza y el pecho, la que le provocó la muerte le tocó el pulmón y el corazón. La esposa del narco sólo sufrió un roce en la espalda.

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El primer testigo durante el juicio fue el agente del OIJ, Eliécer Valerio, él contó que el día que se dio el homicidio reciben la alerta y al llegar encuentran varias casas y un carro Nissan blanco baleados.

“Encontramos el taxi en el que estaba la víctima, a unos 500 metros se encontró un carro de color negro que coincidía con las características dadas por los testigos, quienes dijeron que cuando lo vieron estaba saliendo humo y que lograron sacar una pichinga con gasolina y así evitar que se quemara”, indicó que el investigador.

Cuando Valerio entrevistó a la esposa de Tupac ella les dijo que hacía unos días ella se había hecho una liposucción y que por eso viajaba con el taxista a las citas médicas. Esa era la relación que tenía Corrales con ellos, andaba pulseándola para ganarse un dinerito, incluso, hasta le había llevado un día a Tupac una sopa para que se bajará la goma después de un fiestón que se pegó, Sawyers le había pedido el favorcito.

“Ella nos dijo que él día del crimen como estaba adolorida y en recuperación iba en el asiento de adelante, como acompañante, iba con el asiento hacia atrás por lo reciente de la operación por lo que sólo vio a un hombre delgado con pasamontañas que les disparó varias veces.

"Ella se acostó boca abajo de manera que las rodillas quedaron donde uno pone los pies, ella sentía las balas que le rozaban el pelo, ella tiene el pelo rizado típico de la gente de raza negra, eso la salvó”, dijo el investigador.

Estaban en guerra

La mujer les contó a los investigadores que ella tenía amistad con un hombre conocido como Cap Cap, a quien habían señalado como sospechoso de ordenar el homicidio, incluso Tupac también era amigo del sospechoso, pero hubo diferencias entre ellos y se distanciaron.

“Había una guerra entre ellos, incluso Omier (Tupac) había dicho en un momento ‘si ese hijuep... de Cap Cap no está conmigo está contra mí', por lo que la mujer nos dijo ella tenía cuidado de no decirle que estaba con su esposo para que no lograran ubicarlo”, recordó Valerio.

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El investigador también comentó que lograron dar con un video que permite ver lo ocurrido.

En el se observa como cada sospechoso disparó de cada costado del carro. En esa grabación, según el agente, también se ve el momento en que el taxista llega y espera a los clientes, seis minutos después el carro de los sospechosos se estaciona y se mantuvo durante 25 minutos esperando a la pareja.

“El taxista nos contó que él solo conocía a la pareja porque ellos ocupaban ir varios días al hospital ida y vuelta y para él eran viajes valiosos dada la situación económica”, dijo el oficial.

Valerio aseguró que sus compañeros levantaron en la escena 93 casquillos.

“Para que se haga una idea de la magnitud de la balacera, las trenzas de Tupac quedaron a cuatro metros de la cajuela del taxi sobre la calle”, contó.

Millonario recompensa

Según habían indicado las autoridades judiciales la recompensa por matar a Tupac era de ¢100 millones.

La investigación permitió determinar que el carro en que viajaban los gatilleros era alquilado y fue reportado como robado, el supuesto afectado dijo que cuando se lo robaron en Jacó hasta lo amarraron, pero según Valerio para ellos la denuncia fue falsa.

El agente aseguró que lo que ligó a los sospechosos con el caso fueron los rastreos de llamadas telefónicas y también mensajes de texto por medio de la activación de radio bases. Pues encontraron algunos mensajes que por ejemplo decían “El paquete ya va para San José, blusa blanca con perlas” haciendo referencia a la mujer de Tupac.

El investigador declaró que Tupac era miembro de la banda de José Manuel Kelly Rojas, alías Chitá, acusado de varios delitos entre ellos tentativa de homicidio, portación ilegal de armas y resistencia agravada y a quién le asesinaron la esposa durante una emboscada en marzo del 2017 en Matama de Limón.

Para este martes se espera que declare el taxista de apellido Corrales.