El cuarto, la ropa, los zapatos, una tortuga y los peces de Luis Alonso Ramírez Gutiérrez son cuidados con mucho amor por su mamá, doña Sonia Gutiérrez, quien desde hace dos años lo espera en casa.
El pasado 21 de agosto se cumplieron dos años de la desaparición de este muchacho, vecino de Buena Vista de Barva, en Heredia.
Doña Sonia cuenta que el dolor lo ha llevado en silencio, asegura que tiene que ser fuerte por sus otros dos hijos y nietos, pero todos los días se despierta con la ilusión de saber de su hijo menor, quien este año cumplió 21 años; sin embargo, nadie le da respuestas.
“Sueño con verlo regresar y que él vea que todo está igual, que lo estamos esperando y por eso he cuidado sus pertenencias. Por ejemplo, las gorras, una máscara que tenía porque le gustan las mascaradas y dos cascos de moto”, contó.
Esta mamá considera que el OIJ de Heredia se olvidó de la desaparición de su muchacho y que quizás mandaron el expediente al archivo.
“En los dos años desde que puse la denuncia, he llamado y llamado y no me dan respuestas. Dejé de llamar porque nunca me dicen nada, creo que ese expediente lo guardaron, me dijeron que tenía que dar tiempo para revisar el cel, pero este mes cumplimos dos años sin respuestas de él o resultados de la investigación.
Ella no quiere vivir con la zozobra de no saber dónde está.
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“Si fue que lo mataron o le pasó algún accidente, ¿dónde está el cuerpo? Si es así que aparezca el cuerpo para poder despedirlo y cerrar el ciclo, pero aquí no sabemos qué pasó y no hay paz. Él no tenía algún motivo para irse, porque vivía en la casa bien, tranquilo y en paz. Alonso era muy mimado, era el menor de mi hijos”, señaló doña Sonia.
Cuenta que a veces piensa que su hijo anda en un paseo, para no mortificarse mucho, pero cada 21 del mes le reza.
Luis Alonso desapareció el 21 de agosto del 2018, cuando tenía 19 años, luego de que su papá lo llevó al parque de Barva de Heredia. Ese día se iba a reunir con unos amigos, algunos dicen que lo vieron, otros expresaron que no.
Al día siguiente debía ir a trabajar y no se presentó. Nunca antes se había ido de la casa y era responsable con su jornada de trabajo.
Los familiares pusieron la denuncia en el OIJ y empezaron a buscar al muchacho por todo lado, pero no hubo éxito. La única pista que han dado a conocer los investigadores es que, un día después de que el joven se perdió, su celular fue encontrado en barrio San José de Alajuela.