Mamá de policía baleada en la cabeza: “Seguimos jalando la cruz”.

Analía Narváez, mamá de Kimberly Suárez Narváez, la joven oficial de la Fuerza Pública que recibió un balazo en la cabeza cuando atendía un caso de violencia doméstica a inicios de este año, comentó que confía en la justicia divina y en las leyes del país para que se le haga justicia a su hija.

Doña Analía nos contó, vía telefónica, que estaba al tanto de la audiencia en la que decidirían si elevaban a juicio el ataque en contra de Kimberly y que se enteró de ello gracias a los medios de comunicación.

“Me llamaron para decirme que se realizaría una audiencia, pero nosotros preferimos que solo la fiscal estuviera atenta al caso”, dijo la mamá.

Kimberly sufrió la agresión la tarde del 9 de enero de este año, en el barrio Siglo XXI, en Llorente de Flores cuando llegó a auxiliar a una mujer que sufría violencia doméstica, por parte de un hombre de apellido Ruiz, quien le disparó a la oficial.

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Los papás de Kimberly la llevan religiosamente al hospital del Trauma del INS para que reciba las terapias, ya que su recuperación está en proceso.

“Seguimos jalando la cruz y gracias a Dios nos ha dado la fuerza para seguir en la lucha al lado de ella.

“Primero todo lo pongo en manos de Dios y de la Virgen, después espero que las leyes hagan la justicia que tengan que hacer”, expresó.

La valiente, de 23 años, también está al tanto del caso, porque su mamá se lo dijo este martes, cuando trascendió que el Juzgado de San Joaquín de Flores, de Heredia, elevó a juicio el ataque en su contra.

“Ella lo tomó tranquila y no comenta nada. Nosotros solo se lo comentamos para que esté al tanto”, explicó la mamá.

Kimberly le ha dicho a sus papás que se siente agradecida por todo el cariño que las personas le han dado por medio de las oraciones, ya que su vida es un milagro. La valiente uniformada incluso está dispuesta a hablar más adelante de lo que le sucedió.

“Ella dará una entrevista cuando se sienta bien y en condiciones, pero ese momento no ha llegado, nos ha dicho que sí sabe que el país tiene el derecho de saber lo que pasó, pero aún no se siente capacitada para enfrentar ese momento”, destacó doña Analía

Por ahora, una de las grandes preocupaciones de la familia es que Kimberly siga recuperándose y evitar que se contagie del covid-19.

“Cuando uno sale tiene que sacarla muy protegida, no es fácil, porque como ella dice: ‘mami, yo sí sé lo duro que es estar con covid’, porque antes de esto, (en noviembre del 2020) le dio covid y estuvo muy mal, de ahí el temor que enfrentamos cuando tenemos que salir”, señaló.

Los allegados dicen que la mejoría de Kimberly va poco a poco y que ella es una gran guerrera.

El 9 de enero la oficial recibió atención médica en el hospital México y luego en el del Trauma.

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La policía fue operada en el México y luego de un mes de permanecer internada en el hospital del Trauma, le dieron la salida el viernes 12 de febrero. Sus allegados desde entonces afirman que Kimberly es un milagro de vida.

La oficial es mamá de una niña de ocho años, quien junto a sus abuelitos le da gran fortaleza a su mamá en esta dura batalla.