Sucesos

Mamá sobrevivió a fuertes quemaduras al aferrarse a sus hijas

La mujer pretendía deshacerse de una basura por lo que le echó gasolina y esta explotó contra ella

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Maribel es una dominicana de 46 años, quien vio su vida pender de un hilo al sufrir quemaduras en el pecho, las piernas y los brazos.

Su verdadero nombre es Yuverkys Rodríguez Batista, pero prefiere que la llamen por Maribel. Ella vive en Costa Rica desde hace 19 años, tiene residencia y es mamá de dos niñas ticas, Vileyka, de 11 y Vitaly, de 12 años.

Ella volvió a nacer el lunes 2 de marzo del 2020, ese día decidió quemar un montón de basura en el patio de su casa, recuerda que se encontró con un poco de gasolina en un tarro y se lo echó, según ella, para que ardiera más rápido.

“Nunca lo había hecho, nadie me dijo que lo hiciera, fue parte de mi ignorancia creer que así me iba a deshacer de la basura, recuerdo que dejé el tarro cerca de la basura y aún tenía líquido, luego de tirar la chispa eso explotó y agarró mi ropa, me quemaba”, recordó.

Algunos vecinos se percataron y corrieron a ayudarle, le echaban tierra, la revolcaban y le comenzaron a quitar la ropa tratando de salvarla.

“La ropa la tenía pegada, no se me quería despegar, me dolía mucho, le agradezco a estos vecinos porque esa ayuda también fue la que me salvó, sé muy bien quienes fueron y estoy muy agradecida”, mencionó.

Esta tragedia le ocurrió en la Palma de Osa, Maribel es mamá soltera y cuenta que en medio del dolor se aferraba en sus hijas porque no las quería dejar solas.

“Estaba recién mudada a mi nueva casa, nos ilusionaba estar estrenando, además que es propia y me tranquilizaba que mis hijas ya tuvieran un lugar fijo donde llegar, al quemarme intenté correr, pero no tenía fuerzas, en ese momento solo pensaba en mis hijas y qué sería de ellas, solo pedía fuerzas para seguir velando por mis chiquitas”, agregó esta valiente madre.

Recuerda que la llevaron al hospital Tomás Casas de Osa, le limpiaron las heridas y de inmediato se la llevaron para la Unidad de Quemados del hospital San Juan de Dios, en San José, allí permaneció mes y medio internada y le hicieron tres operaciones en el pecho.

“Me quitaron piel de las piernas para ponerme en el pecho, ahí costó mucho que me cicatrizara porque fue donde la ropa se pegó más, tengo el cuello torcido y la mano derecha me falla, no puedo alzar ni un kilo de arroz porque me duele, si camino a los tres pasos estoy agitada, también me dan mareos”, aseguró.

Durante mayo y junio estuvo internada en el hospital de Osa, donde le siguieron haciendo curaciones y le daban tratamiento para cicatrizar.

“Han sido seis meses dolorosos, pero agradezco seguir con mi hijas, antes velaba por ellas, ahora lo están haciendo por mí, no sé cómo iremos a salir adelante, pero confío en que encontraremos alguna forma.

“En las zonas rurales las personas acostumbran a quemar basura, les recomiendo que no lo hagan, que lo piensen dos veces, vivir una situación como la que llevo es doloroso”, dijo esta valiente madre.

Vino de paseo y se quedó para siempre

Maribel cuenta que vino a Costa Rica a pasear junto a una amiga en el 2001, se enamoró del país, la naturaleza y su belleza, por lo que se quedó.

“Soy de Santiago de los Caballeros de República Dominicana, me gustó Costa Rica y sobre todo la zona sur, la parte de Osa, porque lo veo como una zona segura, a mi país trato de ir cada año o dos y me quedo uno o dos meses, pero después de estas quemaduras, quién sabe cuándo pueda regresar, por ahorita le doy gracias a Dios que me mantiene con vida”, dijo.

En suelo nacional ha trabajado como cantinera, incluso se convirtió en dueña de un bar, pero antes de que sufriera las quemaduras lo dejó porque asegura que las ganancias no eran muchas.

“Siempre he trabajado mucho, me esfuerzo y es lo que me ha mantenido estos diecinueve años, por ahora no puedo trabajar y mis hijas y yo estamos saliendo con los alimentos que les dan a ellas en la escuela y el Instituto Mixto de Ayuda Social nos dio por tres meses cien mil colones, ya no tenemos esa ayuda, pero también fue parte del alivio”, aseguró.

Esta madre no deja de preocuparse porque no tiene los medios para hacerle frente a la deuda de la casa.

“La deuda no es mucha, pero no deja de preocupar, sobre todo, por mi condición, debemos seis millones de colones y en la Mutual me dieron unos meses, pero para octubre se supone que debo volver a pagar”, expresó.

Esta valiente mamá concluyó diciendo que le agradece a Dios por permitirle quedarse con sus hijas y le pide fuerzas para continuar sacándolas adelante.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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