Engell es un escolar, de 11 años, que siendo bebé fue raptado por una mujer que mantuvo a su familia durante cinco días llena de incertidumbre y preocupación al desconocer su paradero.
A su corta edad, él no sale del asombro al enterarse de lo que le sucedió y se pregunta, ¿por qué lo alejaron de su familia y para qué? Esta es la misma pregunta se la hace su mamá, Keillyn Morera Corea, pero ninguno de los dos tiene la respuesta.
Pese al susto, ambos agradecen que 11 años después se hizo justicia, ya que Engell fue raptado por una mujer de apellidos Bermúdez Bustos, de 32 años, el viernes 25 de mayo del 2011 a las 11:30 a. m., en Quepos.
La mujer debía enfrentar un juicio en el 2017, pero se dio a la fuga, hasta que en mayo de este año fue capturada.
Este jueves 23 de junio la acusada aceptó los cargos y para evitar ir a un juicio se sometió a un proceso abreviado en donde recibió una condena de 14 años por sustracción agravada de menor de edad.
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La responsable del rapto se ganó la amistad de la familia para luego cometer el delito.
La sentencia fue impuesta en el Tribunal Penal de Quepos, donde llegó Engell junto con su mamá y otros familiares para ver a la mujer que se lo había robado cuando era un bebé, pero lo sacaron de la sala de juicio porque la acusada aceptó los cargos.
Los únicos que estuvieron en la audiencia fueron la acusada, su defensa, la representante de la Fiscalía, los jueces y la mamá del pequeño. La sentenciada nunca volvió a ver a la mamá del niño y mucho menos se disculpó por el daño que les causó.
Satisfacción familiar
Keillyn recuerda que cuando le robaron a su pequeño, ella se fue a pegar volantes en San José centro buscando a su bebé.
“Estamos supersatisfechos que después de tantos años se hiciera la justicia, ella fue una conocida de la familia, amiga de mi hermana menor, así que nunca nos imaginamos que sería capaz de un acto como ese. No sabemos qué plan tenía con mi hijo, si sacarlo del país o dejárselo.
“Fueron cinco días demasiado duros, recuerdo que cuando llegué a San José me preguntaba: ¿dónde voy a buscar aquí?, ¿qué hago? Nuestra ventaja fue que sabíamos quién era la persona que se lo había llevado”, recordó la mamá.
Comenta que le contó a su hijo lo que había ocurrido cuando él cumplió 10 años. Le explicó que se lo llevaron en bus y que lo tuvieron en una casa en Guachipelín de Escazú, donde un vecino lo rescató y lo llevó al OIJ. Él regresó con sus padres el 30 de mayo del 2011.
“Le contamos ahora que está grande y no lo creía, nos ha dicho que quería preguntarle a ella (sentenciada) ‘¿Qué era lo quería hacer con él? ¿Por qué se lo llevó?’, pero como mamá no quiero que ella esté cerca de nosotros”, mencionó.
La mamá nos contó que ella tenía que estar de acuerdo para que Bermúdez no enfrentaría el juicio y la condenaran de una vez, pero puso como condición que no le dieran ningún beneficio como una tobillera, por ejemplo.
“El no ir a juicio nos evitaba revivir todo lo ocurrido, pero no la quería ver con tobillera o libre, porque la primera vez no cumplió y se dio a la fuga por cinco años”, señaló.
Keillyn tuvo sentimientos encontrados al ver a los familiares de la mujer en los Tribunales, pero destaca que ella debía responder por lo que había hecho.
Bermúdez no tenía hijos cuando ocurrió el robo, sin embargo, en la actualidad tiene tres, de 9 y 4 años y un recién nacido de apenas cuatro meses.
“Tiene un bebé de cuatro meses y es justamente la edad que tenía Engell cuando se lo llevó. Ahorita ella está sintiendo lo que yo sentí”, concluyó.
Ella les recomienda a los papás que no confíen en nadie, porque lo que ella vivió no se lo desea a nadie porque desconocía las condiciones en las que estaba su hijo y se preguntaba cómo lo trataban.
Por este mismo caso las autoridades sentenciaron en julio del 2017 a un hombre de apellido Martínez a 12 años de cárcel por los mismos hechos.
Martínez era en ese momento la pareja de Bermúdez, quien, al parecer, estaba obsesionada con ser mamá, según se desprende en el recurso de apelación que interpuso la defensora pública Margoth Arguedas a favor de Martínez en diciembre del 2017, no obstante, la apelación fue rechazada y, por ende, Martínez debió seguir encarcelado.