Jonathan José Méndez es un verdadero guerrero, a sus seis años ha soportado dos operaciones, ha resistido cinco quimioterapias y, además, estuvo cinco meses internado, pero a pesar de todas estas situaciones siempre anda con una sonrisa, con una actitud que solo la conocen los valientes.

Johnny, como le dicen sus familiares de cariño, lucha contra un cáncer en la cabeza que le detectaron el año pasado, desde entonces ha recibido tratamiento. En sus días en el hospital, escuchaba cuando pasaban aviones o helicópteros y siempre expresó su ilusión de conocerlos, aunque fuera de largo.

El sueño de este valiente niño llegó a los oídos del piloto Aguilar, del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA) del Ministerio de Seguridad Pública (MSP), quien se encargó de hacerlo realidad el lunes.

Johnny no solo los vio de largo, sino que los pudo tocar, se montó y voló en uno de ellos por medio de un simulador.

Ana Lumbí, mamá de este guerrero, dice que su hijo todavía no cabe de la emoción, asegura que es un día que nunca va a olvidar.

“Mi hijo se sintió contento, desbordaba alegría, desde los días antes que le conté que nos llevarían a conocer los aviones no cabía de la emoción, a él le cumplieron su sueño y dice que es el regalo de Navidad adelantado”, expresó la mamá, ella también afirma que le encanta ver a su hijo disfrutar de cada detalle.

Ellos son vecinos de Ticabán de Guápiles, el piloto Aguilar aprovechó que este lunes tenía libre y con su carro llegó hasta la casa donde vive el menor para llevarlos hasta el aeropuerto Juan Santamaría en Alajuela, para luego entrar a la sede donde está el SVA.

Pilotos recibieron un gran regalo

“¡Bienvenido a bordo, Jonathan!”, fueron las primeras palabras de los aviadores apenas vieron entrar al menor en compañía de su mamá y su hermanita Selyn, de tres años.

Jonathan anduvo en cada uno de los rincones del SVA y conoció a lo que se dedica cada uno de los pilotos, además le explicaron cómo funcionan las aeronaves.

Además, en el área de Mantenimiento Aeronáutico le enseñaron qué es lo básico para que los aviones y helicópteros policiales estén listos para salir a volar.

“En el Departamento de Operaciones Aeronáuticas le comentaron las misiones que hacen tanto por aire como en tierra a favor de los costarricenses. Ahí, el menor aprendió los principios básicos de vuelo y en el simulador de vuelo efectuó su primer despegue”, afirmaron los aviadores, quienes aseguran que Johnny les dejó un gran regalo de vida: que pese a las adversidades, lo más importante es mantener la sonrisa, pues con la actitud se hace la diferencia.

Dolores de cabeza dieron con enfermedad

La mamá del pequeño valiente recordó que su hijo era un niño sano, pero a principios del año pasado empezó con dolores de cabeza y así siguió por varios días, también perdió el apetito. Al ver que su hijo empeoraba, lo llevó hasta el hospital de Guápiles, pero allí no le encontraban qué tenía.

Doña Ana siguió insistiendo porque lo veía mal y por eso se fue hasta el hospital de Niños donde le descubrieron un tumor en la cabeza, de nombre neuroepithelial.

“Los doctores me dicen que es un caso único en el país y muy poco visto en otros, como mamá deseo que mi hijo no sufra y que tenga una vida plena, es por eso que soy feliz cuando lo veo a él alegre”, expresó.

La mamá también recordó con cariño un cumpleaños adelantado que le celebraron los policías del básico policial de la Escuela Nacional de Policías en junio anterior.

El tumor se lo han extirpado en dos ocasiones, además le dio hidrocefalia y durante el internamiento hubo momentos en los que estuvo inconsciente.

El próximo martes Johnny irá a otra cita médica donde le harán un TAC y luego le darán una cita para darle otra quimioterápea.