Sucesos

OIJ descarta que muerte de profesor de baile en termales de doctor Eric Rojas haya sido por una descarga

Joven falleció porque tenía mal cardíaco

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El OIJ descartó que el profesor de baile, Brandon Granados Serrano de 22 años muriera por una descarga eléctrica en una piscina termal del centro turístico Dr. Paradise en La Palmera de San Carlos, el año pasado.

Los patólogos indicaron que en el resultado de la autopsia se determinó que el joven tenía un problema en el corazón (cardiopatía).

Tanto los padres de Brandon como el conocido dermatólogo Eric Rojas, dueño del balneario, tienen conocimiento de los resultados de las pruebas forenses.

“La supuesta falla eléctrica resultó inexistente de acuerdo al informe de Ingeniería Forense, descartando esto como causa, el informe de Patología indicó que el fallecimiento fue a causa de una cardiopatía, es decir, tuvo un infarto. El muchacho tenia un problema del corazón que no era conocido aparentemente por él y nunca fue tratado, siendo esta la causa de muerte”, indicó el OIJ ante la consulta de La Teja.

Brandon murió el 29 de marzo del 2018, en la clínica de Aguas Zarcas donde fue trasladado después del incidente.

Su novia Azhley Camacho y su amigo Anthony Alvarado estaban en la piscina y aseguraron que Brandon murió por una descarga eléctrica. Incluso dijeron que ellos también resultaron afectados, pero lograron sobrevivir.

Los padres del joven aseguraron durante el concurrido funeral, al que llegaron cientos de personas, que iban a demandar al negocio para sentar las responsabilidades por la muerte de su hijo.

Brandon fue uno de los mejores instructores de zumba y entrenador personal en San Carlos de Alajuela y por eso eran tan conocido en esa zona.

“La Fiscalía Adjunta de San Carlos informó que, bajo el expediente 18-000577-065-PE, se investiga la muerte de Brandon Granados Serrano, quien perdió la vida en un centro recreativo de la zona. El caso se encuentra en la etapa de recolección y análisis de prueba, y se sigue contra ignorado, es decir, de momento no hay una persona imputada de los hechos. Debido a que el caso está en una etapa que es privada para personas ajenas al proceso, no será posible brindar más detalles, en apego al artículo 295 del Código Procesal Penal”, respondió la Fiscalía.

El dermatólogo y dueño del centro turístico donde ocurrió la fatalidad, asegura que siempre supo que en su negocio nunca hubo ninguna descarga, pero dejó que las autoridades se encargaran de la investigación.

Eso sí, relató que el suceso le generó una disminución considerable de clientes y que ese efecto impactó indirectamente a las termales vecinas.

Rojas no había querido referirse al tema, sin embargo, luego de la respuesta del OIJ decidió dar detalles de lo ocurrido ese día.

¿Qué fue lo que pasó?

–Ocurrió un Jueves Santo, eran como las cinco de la tarde y el muchacho (Brandon) estaba en la piscina con sus amigos, es una piscina que tiene cuarenta centímetros de profundidad por dos metros de ancho, yo estaba en mi casa (ubicada en el lugar) y me llamaron para avisarme que algo había ocurrido, yo duré dos minutos en llegar.

Cuando llegué a la piscina, el muchacho estaba en paro, una enfermera graduada le estaba dando maniobras de resucitación, lo subimos a una tabla y lo llevamos a la casa donde seguimos dando le RCP (reanimación cardiopulmonar), incluso le pusimos un ambu (resucitador manual), uno de mis trabajadores me estaba ayudando, él se había graduado del INA en primeros auxilios y RCP para actividades turísticas en diciembre, y yo había estado en Estados Unidos también en diciembre haciendo un curso básico y avanzado de la Asociación Americana del Corazón. (Enseñó las certificaciones de ambos durante la entrevista).

¿Durante cuánto tiempo le hicieron maniobras?

–Yo calculo que media hora, en eso llegó la ambulancia y yo me subí con ellos para seguir dándole RCP, duramos veinte minutos para llegar a la clínica de Aguas Zarcas, él iba con monitor y daba signos durante veinte y treinta segundos y volvía a caer. En la clínica habían dos doctoras y yo me quedé con ellas, le pusieron todos los medicamentos y se dieron maniobras por cuarenta minutos más, pero el muchacho falleció.

Yo al otro día tenía moretes en un costado del cuerpo de los golpes que me di cuando la ambulancia iba en el camino, fue algo terrible, dure día y medio después de eso que no me pude levantar, nunca había vivido algo así, hay gente que dice que cuando uno da resucitación le da bocanas de vida a la persona, me sentía fatal.

¿Por qué usted descartaba que el muchacho se hubiera electrocutado?

–Cuando una persona recibe una descarga, al revisarla tiene una entrada y una salida en el cuerpo, pero él no tenía nada. La novia del muchacho gritaba que estaba electrocutada pero la lámpara estaba encendida. Ellos no recibieron atención médica porque no fue necesario.

¿Cuándo empezaron las investigaciones?

–En el momento en que yo regresé de la clínica al centro turístico ya la Policía y el OIJ estaban ahí, el negocio estuvo cerrado y en todo momento la Policía estuvo cuidando durante cuatro o cinco días.

La lámpara de la piscina estaba bien, los agentes me lo dijeron y además se la llevaron y luego la devolvieron, esas lámparas son de doce voltios (voltaje de una batería cuadrada de las que venden en los supermercados para los carritos de control remoto). El transformador está a ocho metros fuera de la piscina.

También le hicieron pruebas a un árbol y a la tierra, le metieron electricidad para agotar todas las posibilidades. Incluso la novia de Brandon habló de una lampara que estaba afuera pero era de luz solar. Después contratamos un ingeniero eléctrico que dijo que todo estaba bien y contamos con una certificación.

¿Usted tuvo algún acercamiento con la familia del profesor de baile?

–Por medio de dos allegados de la familia, desde el mismo día les mande a decir que estaba a la orden y por medio de ellos me mandaron a decir que no necesitaban nada.

¿El negocio se vino al suelo por lo ocurrido? ¿Lo tuvo que cerrar?

–Bajo muchísimo la gente que llegaba, incluso nos pasó que llegaba una excursión y alguna persona se acordaba que supuestamente el muchacho se había electrocutado y se iban, parte del personal se vio afectado, una señora que tenía una sodita tuvo que cerrar.

¿Qué fue lo más difícil de todo esto para usted?

Primero que yo nunca había estado en una situación así, donde una persona está muriendo y uno está luchando por salvarlo, más tan jovencito. Uno es padre, jamás quiere que algo así pase.

A mí me duele muchísimo porque nadie quiere que se le muera un familiar, hijo, socio, pero eso tampoco da derecho de ir contra algo y mucho menos sin saber.

Tuve pérdidas en el negocio pero además en las redes sociales me atacaron durísimo, incluso hubo gente que hizo un Facebook que se llamaba No Dr. Paradise, yo ponía una publicación de lo que fuera y una vez hasta me pusieron asesino.

¿Usted ha pensando en presentar alguna demanda?

–Mis abogados cuentan con videos y pantallazos de redes sociales que fueron contra el establecimiento, para establecer las querellas del caso.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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