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A punta de mucho esfuerzo y dedicación, Yordy Fernández Leiva, de 27 años, forjó una gran trayectoria como uno de los corredores de campo traviesa más conocidos del país.
Fernández inició con esa disciplina cuando apenas era un niño y con el pasar de los años cosechó muchísimas medallas, incluso, ya soñaba con competir en el Viejo Continente.
Lamentablemente, los sueños y anhelos de Yordy no se podrán cumplir, pues la tragedia se cruzó en su camino el pasado martes, día en el que perdió la vida a consecuencia de un accidente de tránsito.
Napoleón Fernández, papá de Yordy, aseguró que su hijo dejó gran un legado para los jóvenes que también aman esa disciplina, por ese motivo es que está planeando algo muy especial para honrar el recuerdo de su hijo y su carrera como atleta.
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“Nosotros vamos a seguir adelante con este legado que él dejó, mi esposa y yo hemos estado hablando y tal vez para el otro año vamos a realizar una carrera aquí (en Puriscal) en honor a él, para que no se pierda su legado. Queremos hacer la carrera en esta fecha, este mes, para extender ese legado a otros jóvenes”, dijo Fernández.
El accidente de tránsito que le puso un triste fin a la vida de Yordy ocurrió la mañana del pasado martes en Puriscal, específicamente en San Antonio, frente al lavacar El Estero.
Los hechos se dieron cuando la moto conducida por Fernández, por motivos que no son claros, fue chocada por otro motociclista. No se descarta que haya mediado un posible exceso de velocidad.
Yordy fue llevado de emergencia al hospital San Juan de Dios, donde poco después fue declarado fallecido. El otro motorizado, cuya identidad no trascendió, sufrió una grave herida en una pierna y también fue llevado a ese centro médico.
Un gran atleta
Don Napoleón recordó a su hijo como un muchacho noble y de gran corazón, un poco tímido y que hablaba poco, pero que a la hora de competir en carreras de montaña se convertía en un guerrero.
“Él era muy bueno, un gran atleta, vea que hasta la misma Federación Costarricense de Deportes de Montaña (Fecodem) hizo una nota y todo, era un chico muy aplicado, con un corazón grande, porque él fue un guerrero”.
Fernández contó que Yordy empezó a competir a los 13 años, tan solo dos años después de haber perdido a su mamá debido a una agresiva enfermedad. Sus primeras carreras las hizo con la ayuda del grupo PuriSport.
“Él estaba muy pequeño, tenía como 11 años, y después de eso fue que yo lo metí en todo esto, para que la mente estuviera ocupada y se distrajera, pero terminó convirtiéndose en su pasión”.
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La última conversación que tuvo con su hijo fue hace pocos días, cuando Yordy le dijo que estaba emocionado por volver a competir.
“La última vez que hablamos fue sobre la preparación que estaba haciendo para ir a competir a un carrera en Cartago, ya estaba yendo a pista y todo, para llegar con fuerza. Después íbamos a ir Pérez Zeledón, al Reto de Las Aguas Eternas, al que siempre íbamos”.
Competir contra los mejores
La carrera deportiva de Yordy estuvo marcada por el sacrificio y la disciplina, pese a las dificultades nunca se dio por vencido. Además siempre contó con el apoyo de un papá que nunca lo dejó solo en la lucha por sus sueños.
“Cuando íbamos a competir a Chirripó nos íbamos en buses de Tracopa y nos bajábamos en Pérez Zeledón, a veces teníamos que dormir en un potrero, en una tienda de campaña, porque no teníamos para pagar una cabina, pero aun así, con todos esos esfuerzos, siempre ganaba, tenía un corazón de campeón”.
Según contó don Napoleón, uno de los grandes sueños de su hijo era viajar a Europa para competir contra los mejores, lo que más anhelaba Yordy era participar en la ultramaratón de montaña Mont Blanc, que se celebra anualmente en los Alpes, atravesando Francia, Italia y Suiza.
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“Una meta muy grande de él era llegar algún día a participar en la carrera de Mont Blanc en Europa. El sueño que tenía era viajar a Europa para participar de las carreras que se hacen allá”.
En cuanto al último adiós a su hijo, Fernández aseguró que su familia contó con un apoyo impresionante desde que ocurrió la tragedia.
“Era un gran ser humano, muy querido, el día de la vela no cabía la gente en la casa, igual para su funeral, gente de todo el país nos mostró su solidaridad y apoyo”.
Este jueves se llevó a cabo el funeral de Yordy en la iglesia católica de San Antonio Abajo de Puriscal, la cual se hizo pequeñita por la enorme cantidad de personas que llegaron a despedirlo.
