Don Francisco Guadamuz Cascante era un montador de los más conocidos, sin embargo, una lesión en la cabeza lo alejó de los redondeles y le tocó llenarse de valor para seguir adelante.
“Chico”, como le dicen sus amigos nos contó que el accidente ocurrió el 21 de enero del 2007, en el redondel de Palmares cuando se preparaba para el campeonato de monta de Acet de Costa Rica.
“Yo tenía que montar al primer toro de la corrida de la tarde, ‘El Gavilán’, el toro no se dejaba montar, yo no me quité las espuelas, los jueces me preguntaron si siempre iba a montar porque en un momento se acomodó, se echó para atrás y me le senté, y de una vez sin pensarlo mucho pedí puerta, el toro brincó muy alto, con demasiada fuerza y pegué la cabeza contra un perling que era la parte más alta del toril”, dijo Guadamuz.
El sobreviviente asegura que según le contaron él cayó como muerto, en su casa temieron lo peor.
“Semejante golpazo que me llevé, estuve dos meses y ocho días en coma, yo me desperté preguntado dónde tenía que ir a montar, y los médicos me decían que yo no iba a volver a caminar, hasta me dieron una silla de ruedas, estuve en el Hospital México y yo los miré a todos y les dije ‘yo vuelvo caminar sí o sí’, tenía problemas para mover los brazos también por el golpe en el cerebro, no podía comer, tuve que aprender a leer y escribir”, dijo.
“Si me siento ahí, nadie me va a levantar, entonces empecé a tratar de pararme, dar pasitos hasta que logré con mucho esfuerzo, mucho dolor y todo lo que usted se puede imaginar, volver a caminar, y lo logré. Ya puedo caminar, con alguna dificultad, pero ahí ando, eso sí, correr ni en sueños, me caigo”, dijo el valiente.
Lo que no ha podido dejar son los dolores de cabeza que le quedaron como secuela y que según le han dicho los doctores, lo acompañarán por muchos años.
Él asegura que si no hubiera pasado el accidente tal vez hubiera terminado muerto en alguna de las montas, incluso su familia muchas veces le rogó que se alejara de los toros.
“Esto tenía que pasar, gracias a Dios, si no andaría aún montando y ya probablemente hasta la familia hubiera perdido”, dijo Guadamuz de 46 años.
Chico montaba desde que tenía 12 años, él es oriundo de Ticabán de Guápiles, pero ahora vive en Santa Bárbara de Santa Cruz. Estuvo en el grupo de montadores de Jorge Arturo González, Cañero, además fue campeón en México, Guatemala y Cuba.
“Es incalculable la cantidad de toros que pudo haber montado Chico, ya que había fines de semana que podía montar hasta diez toros o más y en las fincas iba a probar toros de monta”, dijo Álvaro Zamora, comentarista taurino.
Este exmontador asegura que todavía asiste a algunas montas cuando lo invitan.
“Este accidente no me quitó a mí la felicidad ni la alegría, ha sido duro porque no puedo trabajar, mi esposa es el soporte de la casa, tenemos veintitrés años de estar juntos y además tengo un hijo de quince años, y una hija bachiller y un nietico, somos felices”, dijo Francisco.
Don “Chico” después del accidente vio al toro en una ocasión.
*Colaboró con esta información Álvaro Zamora, comentarista taurino.