Sucesos

¿Qué pasó con? Mamá se enfrenta a la vida como una guerrera

Mujer pidió que le cortarán la pierna 12 años después de accidente ya que los dolores nunca se fueron

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Angie Martínez Castro es un milagro, ella sobrevivió a un accidente de tránsito y ha sacado adelante a sus cuatro hijos y más bien ahora disfruta de sus dos nietos.

Para esta vecina de Oreamuno de Cartago no ha sido fácil y no es para menos, perdió una pierna, pero sus ganas de salir adelante le han permitido disfrutar la vida.

El accidente ocurrió el 7 de octubre del 2001, cerca de los tanque de agua en Guadalupe de Goicoechea, el golpe fue tan fuerte que ella no recuerda lo que pasó.

“Yo quedé en coma un mes y medio porque sufrí una fractura en el cráneo, cuando me desperté en el hospital Calderón Guardia no sabía qué había pasado. Yo trabajaba en una venta de repuestos y tenía que ir por un repuesto con un compañero en moto, primero habíamos visto un partido de la Sele y, según lo que él me cuenta, es que un carro venía contra vía en nuestro carril, tratamos de esquivarlo, pero me golpeó la rodilla. A la moto no le pasó nada, pero a mí se me salió el fémur, la tibia y la rodilla, salí volando y me llevé un golpe en la cabeza. Yo llevaba puesto el casco, pero no lo había amarrado, el carro se dio a la fuga”, relató Angie.

A su compañero le amputaron los dedos de una mano y quedó mal de un brazo, pues perdió la fuerza.

“Me dio una hemorragia encefálica, los médicos me iban a operar de la cabeza, pero boté los coágulos de sangre por los oídos. Para los doctores eso era un milagro, ya lo que quedaba era esperar a que el cerebro desinflamara”, dijo la mujer quien estuvo internada siete meses.

“Los médicos me decía que estaba mal de la pierna, pero yo creía que era solo una quebradura, me tenían amarrada porque me quería levantar, no podía ni ir al baño, no me podía mover para nada. Me pusieron una canasta de protección porque ni la sábana me podía tocar la pierna debido a los fuertes dolores que tenía. Eran demasiadas las quebraduras en el fémur, tenía 26, la rodilla estaba completamente desbaratada, la pierna me quedó guindando solo de la piel”, añadió.

Los doctores querían luchar por salvarle la pierna izquierda pues ella apenas tenía 23 años, pero se le hicieron úlceras.

A esta valiente la operaron varias veces en una la piernita. Los dolores eran terribles, se convirtieron en los dueños de su llanto.

No más dolores

Le pusieron pines y todo lo que pudieron, recibió tratamientos durante 12 años, pero al no irse los dolores decidió pedirle a los doctores que le amputaran la piernita.

“Todo era una cuestión de actitud y yo sabía que iba a salir adelante, estaba segura, le pedí a Dios que me diera mucha valentía y así fue. Me operaron, pero una semana después de que me hicieron la amputación se me volvió a infectar porque una pila de la casa se taqueó y yo tuve que encargarme de limpiar, pase un mes y medio internada”, relató.

Ella había perdido su trabajo, pero empezó a bretear lavando y aplanchado en distintas casas.

“Tuve días de mucha tristeza, de impotencia porque una vida normal cambia de un momento a otro y se depende de unas muletas o de la compañía de alguna persona. La gente por curiosidad o malicia siempre quería darse cuenta de los detalles sobre lo que me había pasado y se me quedaban viendo, esa parte sí me costó mucho aceptarla, me encerraba en la casa, pero entre brincos agarré la escoba y aprendí a llevar mi vida con normalidad.

"Un día le dije a mi hija que me buscara un pantalón corto y me senté afuera para que esas personas observaran cómo quedé y ahí terminó todo, porque yo me peleaba con los que me miraban hasta que un día pensé que era cuestión de aceptación por parte de mí misma”, contó.

La Caja le ha dado a doña Angie dos prótesis, pero no le han funcionado y ella no puede pagar para comprarse una, por lo que la pensionaron.

Ella ahora sigue luchando por sentirse bonita y ser un ejemplo para sus hijos, que son el motor de su vida y de tanta lucha.

Esta guerrera hace todo en su casa, le gusta pintar jarrones y tiene el sueño de estudiar psicología.

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