Un chofer que trató de quitarse un carro para evitar un choque, perdió el control de su vehículo y protagonizó una escena digna de una película de acción.

El hombre salió volando dentro del chuzo, rompió dos muros de cemento y cayó dentro del jardín de una casa. El hombre quedó a pocos metros del cuarto en el que dormía uno de los miembros de la familia.

El inusual hecho ocurrió este domingo pasadas las siete de la noche, en barrio Los Ángeles en Cartago, 400 metros al este del Liceo Vicente Lachner.

Paulina Sáenz, dueña de la casa, contó que ella estaba en el segundo piso, cuando escuchó un bombazo.

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“Me asomé por la ventana para ver qué estaba pasando y vi entrar el carro a mi propiedad después de que traspasó dos tapias de cemento. El carro prácticamente voló y cayó en el jardín.

“El chofer venía de Paraíso hacia Cartago, viajaba solo. La Cruz Roja lo atendió aquí mismos y no hubo necesidad de llevarlo a ningún lado porque no tenía ni un rasguño”, contó la señora.

Además de los muros destrozados, el carro también dañó una canoa y una verja.

Paulina Mora, hija de la dueña de la casa, estaba con el esposo y la hija en la planta baja de la vivienda, por lo que el carro quedó a poco metros de donde ellos se encontraban.

“Escuchamos un frenazo muy, muy fuerte y también sentimos retumbos, en eso vimos unas luces que alumbran el cuarto en el que estábamos y pegamos un brinco. Cuando abrimos la puerta que da al garaje todo quedó en silencio, lo único que se veía era una capa de polvo y el carro en el jardín.

“Cuando salimos ya había dos señores ayudándole al chofer, él estaba en shock y temblaba, no podía hablar. Tenemos 40 años de vivir aquí y es la primera vez que nos sucede algo así. Una vez un camión se volcó a un costado de la casa, pero no dentro de la propiedad”, relató.

Casi se descompone

Andrés Granados Contreras, de 30 años, era el conductor del carro que a pesar del golpazo, salió sin una sola herida. Debido a semejante experiencia, el chofer se puso como bistec de cinco pesos, pero poco a poco se tranquilizó y logró contar su versión de lo sucedido.

“Yo venía detrás de un carro tipo Galoper, el cual me frenó en seco, por lo que traté de capearmelo, perdí el control y me metí a la casa. El chofer del otro vehículo frenó, pero al ver lo que pasó se dio a la fuga.

“Cuando iba en el aire lo que hice fue agarrarme del volante y cubrirme la cara. Cuando sentí que el carro frenó lo que hice fue abrir la puerta y caí de rodillas casi que descompuesto”, recordó aún asustado.

Según registra el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) en su página web, Granados vive en San Rafael de Oreamuno, en Cartago, es soltero y tiene cuatro hijos: un chiquito de cinco años, una pequeña de tres y unas gemelitas de solo tres meses.

Según contó la dueña de la casa, el papá del conductor llegó a ayudar a Andrés y se hizo responsable de la situación.

“El señor vino y me dijo que se va hacer cargo de los daños porque nosotros no podemos quedar con la casa desprotegida.

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En esta calle se han dado varios accidentes de tránsito, algunos con fallecidos. Casi en frente de la casa hay un semáforo peatonal, pero aveces los conductores no lo respetan. Esta carretera la agarran hasta para hacer piques y algunos carros y motos pasan rapidísimo a cualquier hora", aseguró doña Paulina.

Para sacar el carro de la propiedad debieron utilizar dos grúas.