EscucharUn grupo de privadas de libertad de la cárcel Vilma Curling Rivera, mas conocida con el Buen Pastor, harán gorras y sombreros que se exhibirán en la semana de la moda de Nueva York.
Esto gracias a que la diseñadora tica Karina Díaz decidió darles una oportunidad a las reclusas, que en su mayoría son jefas de hogar, para así permitirles ganar platica que ayudará a sus familias.
Este lunes la artista llegó al centro penitenciario para empezar de lleno con el proyecto y fue recibida con los brazos abiertos.
“Las muchachas están muy ilusionadas con el proyecto. Esta es la primera vez que participo en un desfile internacional y eso me tiene muy emocionada. La actividad se llevará a cabo del 9 al 12 de setiembre y la idea es poder hacer negocios con las personas y empresarios que estén ahí.
“A las privadas de libertad se les pagará por cada prenda hecha, por lo que el dinero que reciban dependerá de las piezas que entreguen cada semana, eso las tiene muy motivadas. El trabajo lo harán a mano, no necesitan usar máquinas, eso facilita más las cosas”, detalló.
Además de gorras y sombreros, ellas también harán brazaletes, ya que la diseñadora está exportando pulseras a Europa.
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No se cambian por nadie
Claudia Muñoz es una de las reclusas que participa en el proyecto y dice sentirse muy contenta de que la tomaran en cuenta.
“El viernes pasado nos dieron la noticia de que me eligieron a mí y a otras compañeras para trabajar con la diseñadora y eso nos llenó de mucha alegría. Nos dijeron que ya hoy (lunes) iba a venir a reunirse con nosotras para explicarnos lo que tenemos que hacer.
“El saber que no están dando confianza nos hace sentirnos capaces de lograr muchas cosas y salir de esta situación tan dura que estamos viviendo. Yo tengo dos años de estar presa por una condena de seis años por legitimación de capitales, soy guatemalteca y lo mas duro de todo es que estoy lejos de mi familia”, expresó.
Grace Fernández, otra de las reas que está en el grupo, dice que el beneficio económico que obtendrá le cae como anillo al dedo.
“Mi mamá vive en Alajuelita y ya está muy mayor, yo aquí hago trabajitos para vender y la plata que gano se la doy a ella para los gastos que tiene. La oportunidad de estar en este proyecto me alegra mucho porque sé que me permitirá ayudar más a mi mamá”, detalló.
Luego de que pase la semana de la moda de neoyorquina, las reclusas seguirán trabajando para Díaz, para hacer los pedidos que tiene tanto a nivel nacional como internacional.
