Sigue pulso entre chofer de bus y policías por incidente con perro

Oficiales niegan haber golpeado al conductor

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

El chofer de bus Rónald Araya Vega, de 50 años, mantiene un fuerte pulso con dos oficiales de la Fuerza Pública de apellidos Gamboa y Solórzano, ya que él asegura que fue tratado injustamente y agredido por ellos, mientras que los uniformados niegan esa versión.

El alboroto se dio la tarde del sábado pasado a un costado del parque de Guadalupe, luego de que el conductor de la empresa Autotransportes Unidos de Coronado le dijera a una pasajera del bus, que iba con un perro, que se bajara porque eso es prohibido por la ley.

Como la mujer se negó a bajarse, llamó a la policía, según él, para que le ayudaran.

Araya dice que cuando vio llegar a los oficiales sintió un alivio, pero después de ver cómo lo trataron, hubiera preferido no llamarlos.

Asegura que lo esposaron, lo metieron a una patrulla, lo llevaron a dar una vuelta y hasta le pegaron codazos en las costillas.

Para él los oficiales desconocían la ley y uno de ellos empezó a gritarle que cómo se le ocurría decir que no podía llevar el perro.

“Estoy medio magullado todavía por los golpes que me dieron en las costillas, pero por dicha voy bien. Estoy trabajando de forma normal, pero cada vez que paso por el parque de Guadalupe, que fue donde me metieron en la patrulla, siento muy feo y como que revivo el momento”, narró.

Araya contó que este martes fue a los Tribunales de Goicoechea para poner la denuncia contra los oficiales, pero como no tenía los nombres de ellos no pudo hacer el trámite.

“Mis jefes han llamado a la delegación para pedir los nombres de los policías involucrados en el incidente, pero no se los han dado, de todas maneras yo no pienso dejar esto así, voy a seguir el proceso porque estos casos no pueden seguir dándose”.

Rodrigo Morales, encargado de personal de la empresa de buses, asegura que la empresa le está dando a Araya todo el apoyo necesario porque dicen que lo que los oficiales hicieron es muy injusto, por eso procederán legalmente.

Niegan agresiones

La Teja quiso conocer la versión de la Fuerza Pública el mismo día que dimos a conocer el caso el lunes pasado, pero no nos respondieron sino hasta este miércoles.

Larson Alemán, subdirector regional de la Fuerza Pública de San José dijo que, según el parte policial, los uniformados no detuvieron al chofer ni tampoco lo subieron a la patrulla.

“La información que nosotros tenemos es que se dio un problema porque un chofer de bus no quería dejar subir una adulta mayor que llevaba un perro, pese a que ella tenía problemas de salud. Cuando los dos oficiales que atendieron el incidente llegaron ya la señora no estaba.

“Ellos hablaron con el chofer del bus, quien estaba muy enojado y malcriado y en un principio hasta se negó a identificarse, pero ya después presentó la cédula. Según el informe en ningún momento los oficiales lo esposaron, ni lo subieron a la patrulla”, comentó.

Larson dijo que debido a la versión del chofer y varios comentarios que han visto en redes sociales iniciaron una investigación interna para determinar si los hechos se dieron como indica el conductor o como describieron los uniformados, quienes continúan trabajando con normalidad.

El jefe policial dijo además que la señora dueña del perro se presentó luego a la delegación policial e hizo una denuncia asegurando que el conductor del bus la ofendió y la trató mal, por lo que el caso será remitido a la Fiscalía.