Haber vendido unas vaquitas y tener unos ¢3 millones guardados en la casa le costó la vida a Agustín Ortiz Gutiérrez, de 64 años.
Este humilde agricultor fue asesinado el martes 19 de setiembre de este año dentro de su casa en Lagarto de Buenos Aires de Puntarenas. Aunque ya ha pasado más de un mes de ese crimen, las autoridades no han dado con los sospechosos.
El caso está en manos de los agentes del OIJ de Pérez Zeledón y la hipótesis más fuerte que manejan es que a Ortiz lo asesinaron para robarle, según explicaron en la oficina de prensa judicial.
Los vecinos comentan que frecuentemente lo veían caminando y vendiendo limones y otras frutas en los alrededores de la comunidad, lo calificaron como una persona humilde, trabajadora y sin problemas.
Según contaron los conocidos de la víctima, el agricultor tenía unas cuantas vaquitas, las cuales había vendido. Días después del negocio fue que se dio la desgracia.
El cuerpo del fallecido tenía señas de golpes y cortes en el cuello, la cabeza y las manos. Quedó dentro de la casa, cerca de un palo y un machete.
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Las autoridades dijeron que la casa de Ortiz estaba totalmente revolcada, como si la hubiesen registrado de arriba a abajo.
Las autoridades no descartan que se trate de una persona muy cercana al fallecido.
La casa más cercana a la vivienda del hombre queda a unos dos kilómetros de distancia.
Por eso, ese martes 19 de setiembre las autoridades tuvieron que caminar unos dos kilómetros después del río Térraba y esa noche tuvieron que dormir cerca del cuerpo, ya que hacía mal tiempo y en la comunidad no existe la electricidad.