Sucesos

Tico detenido 15 horas en aeropuerto mexicano: “Me trataron como si fuera un narcotraficante”

Un costarricense lloró desde México hasta Guatemala sin entender la humillación del porqué no lo dejaron vacacionar en tierras aztecas

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Las devoluciones de viajeros que lleva a cabo el Instituto Nacional de Migración mexicano también ha afectado a hombres costarricenses y de eso da fe Jairo Aguilera Calderón, quien pasó por eso en junio, cuando estuvo detenido 15 horas.

Describe la experiencia como una humillación, sobre todo porque su única intención era conocer y hacer turismo en aquel país, donde pretendía pasar 22 días.

Aguilera, de 40 años, trabaja como asesor de imagen y ya había salido antes del país, al contrario de las ticas Zeidy López y Gabriela Riascos, devueltas en las semanas recién pasadas y que hacían su primer viaje al extranjero.

“Tengo una tía que tiene una agencia de viajes, ella me contrató un chofer para que moviera durante cuatro días que iba a estar en la ciudad (de México), luego pasaría los siguientes días en Oaxaca, donde un amigo que me mandó una carta de invitación para pasar en casa de él”, explica Jairo.

Pero nada de eso pudo ser. El tico únicamente pudo llegar hasta el puesto de Migración del aeropuerto Benito Juárez, en la capital del país.

“Me recibieron con los tacos de frente, me hicieron muchas preguntas, todas las contesté, les dije cuánto dinero llevaba, pero el hombre que me preguntaba me volvió a ver de pies a cabeza y me dijo que lo acompañara, lo seguí y me pidió el celular, como no ando en nada extraño ni tampoco entendía lo que pasaba, se lo dí, sin saber que me dejarían quince horas detenido”, recordó.

Afirma que estuvo incomunicado y que lo obligaron a comer o, de lo contrario, le dijeron que lo pasarían a un escáner para ver si había ingerido alguna sustancia extraña, o sea, drogas.

“Vi donde separaban familias, embarazadas y personas de todas las culturas, las dividían en celdas para hombres, mujeres y niños, no nos dejan hablar con otras personas. A las horas llegó un oficial y me dijo ‘Jairo Aguilera, usted será deportado mañana a su país porque no nos convence la historia de lo que viene a hacer a México’. Me quitaron hasta los cordones y joyas, uno lo puede dejar en un bolso, pero ellos se lo dejan”, sostiene.

Jairo salió custodiado de la celda y así lo llevaron hasta el avión, donde se topó a una aeromoza que había visto en el vuelo de ida.

“Me trataron como si fuera un narcotraficante, un ladrón, a la jefa de azafatas le entregaron mi pasaporte y a mí me entregaron mi celular descargado para que no pudiera tomar fotos, ni llamar a nadie estando aún allí”, recuerda.

“Cuando vi a la aeromoza me dijo ‘hola, ¿qué haces por acá?’; le dije que me habían deportado y me dijo ‘cómo, ¿a usted también?; sí, están deportando a muchos costarricenses’. Le pregunté el por qué y dijo que eso no me lo podía decir. Luego me dijo que por cortesía de la aerolínea me iban a dar algo de comer, solo les pedí café, pero me dieron agua, galletas y otras cosas, también un papelito con un mensaje escrito y el nombre de ella. En ese momento lo tomé como un gesto tierno y lloré desde México hasta Guatemala porqué no entendía nada”, explica.

Ya con la cabeza fría se puso a detallar el papel que le dio la sobrecargo y pensó que los casos (devoluciones de ticos) sí son frecuentes.

“El papel es una nube, con colores y corazones, en un avión no creo que tengan tiempo de recortar y colorear, supe que para ellos esto es normal”, señaló.

El Consulado de México señaló por medio de la Cancillería que, para tratar de evitar problemas, los viajeros deben llevar el pasaporte vigente, boleto de salida en los siguientes 180 días, una invitación impresa de un residente (junto con copia del documento de identificación del anfitrión y un recibo de servicios públicos en el cual aparezca el domicilio) o las reservaciones de hotel por el plazo de la estadía en México y plata suficiente para costear los gastos durante el tiempo que estén en suelo mexicano.

Jairo Aguilera asegura que llevaba estos requisitos, pero no lo dejaron seguir su viaje.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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