Sucesos

Tragedia dio paso a amistad entre ciclista baleado y su ángel

Johan Borbón cuenta las imprudencias que hizo con su carro con tal de salvar la vida del deportista

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En el momento más amargo y doloroso de su vida, el ciclista Justin Mora Briceño encontró un ángel: Johan Borbón Mora.

El atleta, de 19 años, sonríe cuando le hablan de Johan y asegura que quisiera que los un una amistad eterna, ya que gracias a él su vida fue salvada a tiempo tras recibir un balazo en el estómago.

El responsable del ataque fue un maleante que atacó a Mora en la calle en El Bajillo de Pococí, el miércoles 12 de junio anterior, cuando el deportista pretendía salir a entrenar 130 kilómetros.

Johan recuerda cuando vio a Justin ahogándose y rogando para que alguien lo llevara al hospital de Guápiles.

“Es una persona que conocí en un momento no muy grato. Recuerdo que iba con mi hija, que tiene 10 meses. Íbamos en el carro y siempre pasamos por esa calle, vi al muchacho en la orilla de la calle junto con dos personas más, él me decía: ‘¡Lléveme porque me estoy muriendo!’", contó Johan.

El salvador dice que luego de escucharlo volvió a ver a su bebé y en seguida le dijo al ciclista: ‘Vámonos’. En el vehículo, además de la bebé, Johan y Justin, iba Norval Rivas el primer entrenador de Justin, a quien el deportista llamó apenas sucedió el ataque pues vive cerca.

“Yo llevaba ese carro a toda la velocidad que daba, íbamos rayando, pasamos en doble raya amarilla, cometí todas las imprudencias, pero en ese momento no estaba pensando en lo que estaba haciendo, solo sabía que había una vida que salvar”, recordó el ángel humano.

Víctima le pedía a Dios perdón

Johan todavía tiene grabado escuchar al deportista pedirle perdón a Dios y decir que se estaba muriendo.

“Él se desvanecía, le salía mucha sangre. Hubo un momento que tuve que meterme contravía e irme por una acera, a como pude llegué al hospital, pude haber tardado unos cinco minutos y estábamos a unos ocho kilómetros de distancia”, recordó.

Una vez en el centro médico, este valiente salió corriendo, abrió una puerta del hospital y le dijo a una doctora que le vigilara a la bebé para meter a Justin, con ayuda de Norval, a la sala de shock.

“Cuando salí de ese momento sentí que se me aflojaron las piernas, pensé en frío todo lo que había hecho, me dije: ‘¿qué hice?, me pude haber matado, a mi hija o los que íbamos en el carro’, pero eso se piensa hasta después", reconoció.

Borbón recuerda que el carro quedó todo lleno de sangre. “Creo que Justin se hubiese muerto desangrado, porque mientras llegaba la ambulancia calculo que se llevaba unos veinte minutos y él botaba demasiada sangre, le salía por la espalda", manifestó.

Cuenta que el ciclista defendió la bici, pero al final la dejó botada porque ya no aguantaba.

“Trataba de darle ánimo y le decía: ‘Vamos huevón, usted puede, quédese con nosotros’, en mi interior sabía que mi actuar con el carro era mal, pero si no lo hacía capaz que no se salvaba”, comentó.

“Es gratificante saber qué está bien”

Desde el lunes 17 de junio anterior, la víctima del ataque pudo regresar a su casa, en donde se sigue recuperando, su ángel lo ha visitado dos veces y espera seguir yendo.

“Es gratificante saber que está bien, porque él es un buen muchacho, sé que tiene mucho potencial siendo tan joven, vi que tiene muchas medallas para ser tan joven. Le dije que la disciplina en el ciclismo del país tenía futuro con él y que espero verlo hacer lo que le apasiona: andar en bici”, manifestó.

Además, contó que antes de este mes no había escuchado nada sobre Justin.

“Después de que lo llevé al hospital, empecé a revisar para ver quién era y supe que formaba parte de los ciclistas del equipo Colono. Lo ayudé porque se veía que es un muchacho bueno, porque si lo veo como ‘pinta’ no lo hago, porque es capaz que me asaltaba en el camino", expresó entre risas.

Agradecimiento eterno

Por su parte, el ciclista dice que le guarda un profundo cariño a su rescatista.

“Lo primero que le dije fue que esperaba que fuéramos buenos amigos, le agradecí infinitamente, él me abrazó y me dijo que si tuviera que hacerlo de nuevo lo haría, sé que aún hay personas buenas", manifestó el sobreviviente.

Justin afirma que luego del ataque sentía que no aguantaba más por eso tanto él, como su mamá y demás familiares, están agradecidos de que le tendiera la mano.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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