Pese a que había evidencia y un testigo que comprobaban la irresponsabilidad del chofer de apellido Vargas en el accidente que cobró las vidas de Ana Yensy Chaves Salas, de 21 años y de Esteban Calderón Quesada, de 25, los familiares de las víctimas lo perdonaron.
Cuando se dio el suceso el conductor regresaba a su casa de una fiesta y según contó un hombre que vio el accidente, iba a gran velocidad. Además, la alcoholemia que le hicieron los tráficos dio positiva.
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Según informó el departamento de prensa de la Corte Suprema de Justicia, durante el proceso judicial las partes llegaron a un acuerdo y Vargas se libró de ir a prisión por las dos muertes.
Doña Irma Salas contó que ella prefirió dejar el asunto por paz, porque ninguna condena le iba a devolver a su muchacha.
“Él estuvo en prisión preventiva seis meses y de seguro la pasó bien mal, yo preferí que él no fuera a la cárcel más porque tiene hijos y si estaba encerrado ellos iban a pasar necesidades, además ningún juez me iba a poder revivir a Ana Yensy”, expresó la mujer.
Según relató el testigo del caso en aquella ocasión, él iba manejando su carro cuando desde su espejo retrovisor vio cómo se aproximaba Vargas a toda velocidad quien incluso trató de adelantarlo, ahí fue cuando se dio la tragedia ya que se topó de frente a la pareja en moto.
Vargas intentó esquivarlos pero en esa maniobra golpeó el carro del testigo, invadió el carril contrario y pegó de frente contra los esposos. Las autoridades judiciales, en un tiempo récord, dieron con ese testigo que, además de ratificar todo lo que había trascendido, se puso a las órdenes de la Policía.
Doña Irma le pide a los choferes ser conscientes y prudentes cuando están al volante porque sabe de primera mano el dolor de que le arranquen a un ser querido por una irresponsabilidad.