Ulises Urroz todavía no logra recuperarse del duro golpe que sufrió por un poderoso torbellino que arrancó por completo el techo de su casa ya que, además de los daños causados, ese fenómeno lo dejó con una pesada deuda encima.

Él fue una de las personas más afectadas por el torbellino que el pasado miércoles 18 de mayo causó destrucción a su paso por La Aurora de Heredia. Aproximadamente 15 casas, la mayoría de estas en el condominio Gabriela, resultaron con daños.

Ese incidente le puso la vida cuesta arriba a Ulises, pues su familia tuvo que sacar un préstamo de ¢2,5 millones para reparar la casa y, para colmo de males, él tiene varias semanas sin encontrar un trabajito estable.

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“Gracias a Dios se logró hacer un préstamo en el banco y eso fue lo que se utilizó para reparar todo el techo de la casa. Toda la reparación, ya con todo lo que es la parte eléctrica y el techo, salió en casi millón novecientos mil colones”, contó.

“Sigo sin trabajo y ahorita estoy analizando una posibilidad, pero con esta situación, la vida se nos ha puesto cuesta arriba”, dijo Ulises Urroz.

Pese a esta situación, no le arruga la cara a la vida y la sigue pulseando con algunos bretecitos que le han salido; sin embargo, es consciente de que necesita un trabajo estable para afrontar esa deuda y cubrir los gastos de su familia.

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Días muy duros

Aunque el paso del torbellino fue un gran susto, lo más difícil vino después, pues tuvieron que pasar casi cinco días soportando que la lluvia se metiera a su casa.

“Fueron días muy difíciles, porque la lluvia fue implacable, nosotros estábamos cubiertos solo con un plástico negro, toda la casa era un colador, no había lugar donde no cayera el agua.

“En lugar de tapar lo que quedaba del techo con más plástico, decidimos tapar todo lo que eran sillones, muebles y pantallas, para tratar de proteger las cosas de la lluvia”.

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Sin embargo, todos esos esfuerzos no fueron suficientes para evitar que las lluvias causaran más daños en el interior de su desprotegida casa.

Si usted desea ayudar de alguna forma a Ulises y su familia puede contactarlo al teléfono 8615-0192.

“Cuando se arrancó el techo cayó mucho polvo y suciedad adentro, entonces cuando llovió se hizo un cóctel de barro terrible, debido a eso se echó a perder toda la ropa, aún seguimos lavando la ropa para tratar de sacarle el mal olor que se le impregnó”, añadió.

Urroz dice que sus dos hijos también se vieron muy afectados por esa situación, pues sus uniformes de escuela también quedaron inservibles y no pudieron asistir a clases por casi una semana.

“En el caso de ellos, la zozobra de estar sin techo en la casa y la lluvia les generó bastante ansiedad, como cierta preocupación, pero por lo que percibo ya están un poco más tranquilos y poniéndose al día con las clases”.

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Muy atento

La temporada de huracanes oficialmente inició el pasado 1º de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre, por lo que en algún momento de ese lapso, nuestro país podría verse afectado.

Ulises contó que en La Aurora de Heredia nunca han tenido grandes problemas por los efectos de un huracán, pero luego de que le pasó con el torbellino, prefiere estar muy atento.

“Aquí donde yo vivo, hasta el día de hoy nunca se ha registrado una inundación, pero tampoco se había dado un torbellino como el que nos dejó sin techo, entonces ya ahora uno no sabe qué esperar con todo esto.

“Temor no tengo, pero si estoy como expectante de qué puede pasar con todos los fenómenos naturales que están ocurriendo últimamente”, explicó.