Sucesos

Víctima que llevó a la cárcel a profesor de baile: “En realidad lo hice por todas”

La joven de 22 años relató todo el daño que sufrió desde que tenía 13 años

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Desde que Kimberly Jacobson Rawson tenía 3 años, empezó a soñar con convertirse en bailarina profesional, su familia le dio el apoyo y la llevaron a una academia de baile en Escazú; sin embargo, su profesor le robó su inocencia ya que abusó sexualmente de ella.

En la actualidad, la joven tiene 22 años, no obstante, desde el 2017 no volvió a bailar; ese sueño quedó truncado. En ese momento comenzó a luchar por demostrar el daño que sufrió desde los 13 y hasta los 17 años por parte de su instructor, llamado Hiram Castillo Granados, quien le lleva 23 años.

Y precisamente el martes 2 de noviembre anterior, ese sujeto, de 45 años, fue sentenciado por el Tribunal Penal de Pavas a 44 años de cárcel, readecuados a 15 años, por mantener 10 relaciones sexuales con una menor de edad.

Castillo Granados quedó encarcelado de una vez porque le impusieron seis meses de prisión preventiva mientras la sentencia queda en firme.

Kimberly asegura que ella no fue la única víctima, pero que solo ella se atrevió a denunciarlo y mantenerse firme en el largo proceso judicial, como todos los que se viven en Costa Rica.

La joven, luego de declarar, tuvo que ver a su agresor sexual, pero no sintió miedo, ya que durante los últimos años trabajó mucho psicológicamente.

“Me sentí muy empoderada, muy, muy fuerte, en realidad lo hice por todas, no solo por mí (por las demás adolescentes que supuestamente también abusó Castillo Granados). Estoy muy feliz que no me di por vencida, que llegué hasta el final y que no me arrepentí en ningún momento”, señala la valiente muchacha.

Kimberly Jacobson nació en Costa Rica, pero vive en San Francisco, Estados Unidos, donde estudia psicología.

La muchacha le quiere dejar claro a las personas que las relaciones sexuales entre una adolescente y un mayor de edad nunca son consentidas, los adultos se aprovechan de la vulnerabilidad de los más inocentes y los envuelven en una red de mentiras, hasta el punto de hacerlos sentir culpables.

“Me gustaría decirle a la gente que nunca es consentimiento (una relación de noviazgo ni sexual), si la persona es 23 años mayor que uno; es imposible que sea con consentimiento, o sea, es abuso sexual”, señala.

¿Cómo logró salir y pedir ayuda?

Kimberly afirma que se dio cuenta que era víctima de abusos sexuales a sus 17 años, cuando buscó ayuda psicológica, entonces dio el primer paso al denunciar.

“Me di cuenta que lo que estaba pasando estaba mal y que no era una relación de noviazgo, que estaba en una relación de manipulación, de abuso de poder. Lo procesé hasta que lo trabajé con la psicóloga. La verdad estaba tan manipulada que yo me sentía muy culpable, después fue que me di cuenta que en realidad yo no soy la culpable, él era el adulto, él me tenía que cuidar.

Estaba en un ambiente que se suponía que era sano y seguro (la academia de baile), un montón de adultos cuidando a niños toda la tarde y más bien el entorno fue otro, lleno de secretos, de mentiras, de manipulación, de toxicidad, de abuso. Eso me costó un par de años, para darme cuenta que yo no tengo por qué sentirme culpable y el único aquí culpable, el único criminal es Hiram”, manifestó la valiente.

La muchacha recordó que la manera de atacar de este hombre fue gradual, hasta el punto de aislarla.

“A los 13 años solo decía que éramos mejores amigos, que él solo me tenía a mí, que yo solo lo tenía a él, entonces fue como aislándome. Cuando ya estaba como a los finales de los 14 o 15 años empezó a decirme que me amaba, que él quería estar el resto de su vida conmigo, que apenas yo cumpliera 18 años él iba a dejar a su esposa, que yo me tenía que casar con él y hacer una academia de baile, que seríamos imparables”, narró.

Kimberly, a su corta edad, creyó en esas palabras y pensó que esa sería su vida.

“Me sentía muy, muy atrapada en la situación, entonces tampoco supe cómo salirme, yo pensaba que ese iba a ser el resto de mi vida”, mencionó.

La joven espera que esta sentencia sea un precedente para todos los adultos que se aprovechan de los niños y adolescente, desde papás, padrastros o cualquier otro.

Finalmente aconseja a los adolescentes que creen tener una relación de noviazgo con un adulto que salgan de ese círculo.

“Mi consejo es que realmente se den cuenta que no es normal, que lo que les está pasando es abuso, que no lo romanticen. No les dé miedo alzar la voz, en mi caso se hizo justicia, las acompaño a que pongan la denuncia y que se amen de primero”, concluyó la muchacha.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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