Sucesos

(Video) Policía que perdió pierna por balacera: “Lo que más quisiera en la vida es poder jugar bola con mi hijo”

El oficial dice que su familia es la que le ha dado fortaleza para seguir adelante con su vida

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El policía Luis Villeda Quirós ha demostrado ser un hombre valiente. Él mismo autorizó que le cortaran parte de la pierna derecha porque si los médicos no lo hacían, su vida corría peligro.

La dura decisión tuvo que tomarla porque la madrugada del 12 de octubre del 2016, él y tres oficiales más de la Unidad de Intervención Policial del Ministerio de Seguridad Pública, fueron atacados a balazos mientras estaban libres.

Ellos iban camino a la instalaciones de la unidad y, cuando iban por Cañada Sur de San Sebastián, se dio el ataque, del cual Villeda no recuerda nada.

“Yo desperté días después en el hospital San Juan de Dios. Estaba tan mal que a mi esposa (Mery Quesada) le habían dicho que lo mejor era que se despidiera de mí, porque no creían que yo sobreviviera.

“Cuando recobré el conocimiento me dijeron que tenía un cincuenta por ciento de probabilidades de perder la pierna derecha, yo había recibido dos balazos y la tenía muy mal, pero no sabían exactamente por qué”, recordó el oficial.

Luego de varios exámenes, los médicos se dieron cuenta que a Luis se le hizo una obstrucción de tejidos por la pólvora de las balas, entonces tuvieron que hablar muy seriamente con él.

“Me dijeron que tenía la opción de firmar un documento para autorizar que me cortaran de la rodilla para abajo, de lo contrario corría el riesgo de que más adelante tuvieran que cortarme toda la pierna o hasta podría morir. Así que firmé y al día siguiente (el 2 de noviembre del 2016) me hicieron la amputación”, recordó.

Noches difíciles

Aunque sabía que la decisión que había tomado era la mejor, el hecho de perder una parte de su cuerpo lo hizo entrar en una etapa muy difícil.

“Ha sido una experiencia muy dura, yo estuve en el hospital hasta el 29 de noviembre y todos los días mi esposa fue a verme, ella ha sido un gran apoyo en todo esto”, relató entre lágrimas el oficial.

“En las noches, cuando yo me quedaba solo, siempre me ponía a llorar porque sabía que mi nueva condición me iba a cambiar la vida, pero el pensar en mi familia, sobre todo en mi hijo Matías que en ese momento tenía dos añitos, me daba fuerza para seguir adelante y así me fui reponiendo”, añadió. Su esposa tiene otro hijo, Liann, a quien el oficial quiere como si fuera suyo.

Tres meses después de la amputación, Villeda recibió una prótesis y eso lo motivó porque pudo dejar a un lado las muletas.

“Cuando uno vive una situación como esta todo cambia, a veces me quejo de que me pasara esto a mí, pero cuando recuerdo que dos de los compañeros que iban ese día conmigo murieron, más bien le doy gracias a Dios por estar vivo.

“Uno de ellos era como un hermano para mí y tenía un bebé recién nacido al que no pudo ver crecer, la vida es realmente dura a veces”, comentó.

Luis dice que se siente orgullo cuando demuestra que si es capaz de salir adelante

Luis dice que el ir viendo los logros de su hijo Matías es una motivación para seguir adelante pese a las dificultades.

“Ya mi chiquito tiene seis años, se acaba de graduar del kinder y me siento muy afortunado de verlo crecer. Él a veces me pide que vayamos a jugar fútbol y yo lo llevo, le digo que juegue con otros chiquitos porque yo no puedo (hace una pausa)... Lo que más quisiera en la vida es poder jugar bola con mi hijo”, dijo con voz cortada.

Capacita a sus compañeros

El valiente dice que cada vez que ve a sus compañeros salir corriendo a algún operativo, se le pone la piel de gallina y siente unas ganas tremendas de ir con ellos, pero sabe que su condición le generaría riesgos, por lo que ahora desempeña labores administrativas y de capacitación.

“Yo trato de esforzarme siempre y me siento orgulloso de mí cuando logro algo. Una vez fui a un curso en Murciélago y nos pusieron a hacer unas pruebas físicas bastante complicadas.

"Una era en unas barras y la otra con una cuerda con la que había que subir hasta el techo. La mayoría de compañeros no pudo hacerlas, pero yo sí y todos los que estaban ahí me aplaudían un montón al ver que, pese a mi condición, era capaz de hacer esas cosas. La verdad esos triunfos me motivan para no darme por vencido”, contó.

Villeda disfruta todo el tiempo posible con su familia ya que sabe que ellos son el tesoro más valioso que tiene en la vida y son quienes lo impulsan a salir adelante.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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