A las afueras de la Toscana, bajo el silencio de los bosques y la complicidad de la noche, se desarrolló una de las historias criminales más espeluznantes de Europa. Entre 1968 y 1985, ocho parejas fueron brutalmente asesinadas mientras se encontraban en lugares apartados, generalmente dentro de sus automóviles.
El responsable, apodado por la prensa como “El monstruo de Florencia”, actuaba siempre con el mismo patrón: disparaba a sus víctimas, las apuñalaba y posteriormente mutilaba los cuerpos de las mujeres, llevándose partes como trofeos. Su perfil, sus métodos y la falta de pruebas lo convirtieron en el primer asesino serial documentado en Italia.
La nueva serie de Netflix, basada en hechos reales, reconstruye, con dramatización y elementos de ficción, las complejas investigaciones policiales y el impacto social que generó el caso.
Un crimen que nunca tuvo cierre
El primer doble homicidio atribuido al asesino ocurrió en agosto de 1968. Las víctimas fueron Barbara Locci, de 32 años, y su amante Antonio Lo Bianco, de 29. En el vehículo, dormía el hijo pequeño de Locci, quien sobrevivió al ataque.
Por este crimen fue condenado Stefano Mele, esposo de la mujer, pero años después su caso fue reabierto al encontrarse coincidencias con otros asesinatos similares. Desde entonces, la policía italiana inició una búsqueda masiva que incluyó más de 100 mil interrogatorios y decenas de detenciones sin resultados concluyentes.
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Entre los sospechosos figuraron los hermanos Vinci, con antecedentes delictivos; y en los años noventa, el agricultor Pietro Pacciani fue condenado por varios de los crímenes. Sin embargo, las apelaciones, absoluciones y falta de evidencia clara mantuvieron el expediente abierto. Otros nombres, como Mario Vanni y Giancarlo Lotti, también fueron señalados, aunque jamás se pudo probar su culpabilidad definitiva.
Un misterio que sigue vivo
El último asesinato atribuido al “monstruo” ocurrió en 1985. Desde entonces, el asesino desapareció sin dejar rastro. La pistola utilizada nunca fue encontrada y el expediente continúa abierto en los archivos judiciales italianos.
La serie de Netflix rescata este caso emblemático no solo como relato policial, sino como un reflejo del miedo colectivo que marcó a una generación. En Italia, “El monstruo de Florencia” sigue siendo un nombre que evoca terror, misterio y frustración judicial, una historia tan inquietante que aún hoy busca respuestas.
Nota realizada con ayuda de IA


