Marisol Trillo, una mujer costarricense que soñaba con tener su propio negocio y motivada por el deseo de honrar el legado de su madre, decidió, junto a su hija, María José González, darle vida a ese anhelo y ofrecer salteñas, que son como unas empanaditas bolivianas.
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“Esa es una receta de mi madre boliviana y empecé a hacerlas porque en Costa Rica no conseguíamos. Tiene su trabajo hacerlas, así que probé y conforme fueron pasando los años cada vez me quedaban mejor”, nos contó Marisol.
En 2020, el lugar donde trabajaba Marisol, se paralizó por la pandemia, y ese fue el empujón que necesitaba para convertir sus pruebas en un proyecto real.
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Al principio vendían desde su casa, promocionando por Facebook.
“Empezamos con dos sabores: carne y pollo, que son los típicos. A mi hermano no le gustaba el pollo sazonado, la carne con cebolla y fue cuando nació la cinco quesos”, comentó María José.
La joven también explicó que en una ocasión una clienta les pidió una opción vegetariana o vegana, y aunque no la tenían, se propusieron crearla, usando solo vegetales. A partir de ahí, comenzaron a explorar nuevos sabores.
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Lo más curioso es que, en Bolivia, solo eran bien vistas las de carne y pollo. Por eso, al inicio, algunas personas criticaban sus versiones, pero aún así, ellas siguieron adelante.
Este año, durante un viaje, se toparon con que en Bolivia ya se están probando otras combinaciones. De alguna manera, terminaron siendo inspiración para otros.
Tras tres años de producir desde casa, usando la sala como espacio de producción, lograron abrir un local en Santa Ana, gracias al apoyo constante de sus clientes.
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Nos fuimos hasta uno de los locales de Salteñas, en San Francisco de Heredia, para conocer la historia detrás de este negocio familiar y, por supuesto, para probar estas delicias.
Nos quedamos asombrados con la variedad de opciones de salteñas que tienen ahora: carne, pollo, cinco quesos, cebolla caramelizada y vegana.
Y eso no es todo, también tienen una línea de empanadas argentinas, gracias al papá de Marisol, quien es originario de Argentina. En ese caso vienen con masita salada y los sabores son: jamón y queso, capresse y árabe.
También tienen una mini, que es más pequeña y es de pie de manzana, apenas para un postre.
Las salteñas usted las puede pedir en su tamaño original o en mini y también puede personalizarlas, que vayan con su nombre grabado, una idea que nació por María José.
Gracias a esta idea es que muchos han pedido que lleven ese sellito para eventos como baby showers o bodas.
“Tenemos dos líneas: las salteñas grandes y las pequeñas. Las salteñas grandes cuestan 2.500 colones la unidad, pero tenemos descuento después de seis, por ejemplo seis, te salen en 13.500 colones.
“Si llevás media docena, podés variar los sabores. En cuanto a las salteñas mini, los precios van desde los 1.300 colones y hay precios en descuento a partir de 15 unidades”, nos contó María José.
Por supuesto, no nos quedamos sin probarlas, saben increíblemente deliciosas y llenan bastante, por lo que podrían reemplazar un plato del día.
Con el paso del tiempo han ido tratando de innovar y es por eso que ahora si usted quiere hornearlas desde su casa o desde cualquier otro lugar, tienen una opción de salteñas congeladas.
Salteñas está ubicado en San Franciso de Heredia, Santa Ana, Sabana, por el Estadio Nacional y Curridabat, en vía Guayabos. Los puede buscar por medio de Waze.
Y si quiere saber cómo se come correctamente una salteña, Marisol nos explicó lo siguiente: “No es recomendable partirla ni morderla a la mitad, sino que lo ideal es primero moverla un poquito para que el caldito que tiene adentro se distribuya por toda la empanada y quitarle la parte de arriba y empezar a comer de arriba hacia abajo”.
Así que, recuerde irla mordiendo alrededor y tomar el juguito, para que la disfrute más y para que no haga regueros.
Este platillo típico de Bolivia se caracteriza por su relleno jugoso, su masa ligeramente dulce, su forma ovalada y su preparación al horno, lo que lo hace único y muy distinto a otras empanadas.